En estos dos meses de pretemporada apenas he salido un par de veces a rodar 50', complementados con dos fartleks y dos entrenamientos de cuestas. El resto, rodajes cortos (20'-30') y ejercicios de técnica y fuerza. Con este panorama me plantaba en Torrejón, en mi carrera talismán y en la distancia - por mucho que tire más de diezmiles - que mejor me cuadra: los 5k.
Como iba con Óscar, mi objetivo en la salida es aguantar con él lo más posible y esperar respuesta de las piernas a lo largo de la prueba. Dicho y hecho, los primeros 800 metros voy a su estela sintiéndome tan cómodo que todas las estrategias iniciales se van al garete y decido irme hacia delante en solitario. Paso el primer kilómetro en 3'25''. Mi primera reacción, lógica, es pensar "ya la has cagado", pero por otra parte me siente muy fuerte físicamente y decido aguantar a ese ritmo o reventar en el intento. El segundo kilómetro lo paso en 6'58'' y el primer paso por meta (es un circuito de 2.500 metros) en 8'45''. Sigo bastante fino y aguanto toda la prueba a ritmo prácticamente constante para marcar 8'53'' en la segunda vuelta y un total de 17'38''.
Son veintisiete segundos más que el año pasado, pero por aquel entonces llegaba en mi momento dulce de la temporada y aquí llegaba sin tener ni puñetera idea de lo que iba a poder hacer. Luego, la sensación que queda es muchísimo mejor. Puesto 16º de la General (7º en Senior Masculino) por el 9º puesto del año pasado, lo que confirma mi "feeling" con esta carrera.
Mañana Domingo toca rendir visita a San Martín de la Vega, también en mi lista de favoritas desde que el año pasado consiguiera mi MMP (35'21''). Evidentemente este año toca ser más prudente y luchar por estar por debajo de 37', algo complicado dada mi corta preparación no en ritmos pero si en metros.
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