jueves, 24 de octubre de 2013

Wild Wolf Triatlón Málaga

El pasado 5 de Octubre participé en el triatlón de Málaga en distancia olímpica. La última palabra (olímpica) tendría que haber sido, teniendo en cuenta que sólo llevaba un mes reenganchado al triatlon, sustituida por la palabra "sprint". Me planté allí con poco entrenamiento para las distancias a las que tenía que hacer frente, especialmente en la bicicleta: muy pocos kilómetros.

Venía de competir muy bien en Zumaia (sin prácticamente entrenamiento), de disfrutar mucho en Elche (distancia super-sprint) pero aquí sabía que era otra historia.

Por tanto, por mucho que intentase guardar tanto nadando como pedaleando, al bajarme a correr noté enseguida que no iba ser mi día, no iba a ser Donosti.

No me apetece explayarme mucho en esta crónica, empecé el triatlón como no debe hacerse: poniéndome el neopreno a la carrera, sudando como un pollo y plantándome en la línea de salida de la Playa de la Misericordia apenas un par de minutos antes de que dieran el bocinazo (y gracias a un retraso en la prueba, si no ni siquiera hubiese llegado).

Con este panorama empiezo a nadar y tras esos primeros metros que siempre hay hostias por doquier, me centro en mi natación que, para no faltar a la tradición en los triatlones olímpicos, vuelve a ser un sector muy sólido pese a que solo había completado un par de entrenos largos en la pileta (ese hombro todavía protestón...). Sin duda la tónica común en los 4 triatlones olímpicos completados es lo bien que he nadado... curioso cuanto menos.

La bici es muy floja... no voy a utilizar eufemismos, es una puta mierda. Desde el principio no tengo nada de fuerza y si te tiras 35k así (menos mal que al final no fueron 40k) pues ya bajarte a correr es un carnaval.



La carrera a pie el cerebro manda señales claras: "pasarla y listo", sé que no voy a hacer una buena prueba así que me centro en hacerlo dignamente al menos. Creo que consigo minimizar el daño con una última vuelta (eran 4 de 2500m) algo más alegre para completar en 44'. La buena noticia, pues que con un pajarón similar encima en Castellón 2012 me fui casi a 48'... el que no se consuela...


Al final, lo doy por un entrenamiento de la hostia, he sufrido mucho. Tanto, que calculo que en el paseo marítimo de la Misericordia me habré dejado un par de kilos, así de generoso soy, de gratis para los malagueños. Pensando en lo que viene... Mi parte optimista me obliga a decir: ¡La semana que viene Gijón!

Y esta vez con el apellido adecuado: Sprint. 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Campeonato de España de Triatlón por relevos

De las novedades de esta temporada con respecto a la anterior tengo que destacar sin ninguna duda los triatlones/duatlones por equipos, donde he disfrutado como un enano.

En este caso, el 21 de Septiembre en Elche se celebró el Campeonato de España de Triatlón por Relevos. Esto no es, como muchos me habéis preguntado, que un miembro del equipo nada, el otro pedalea y el último corre. Son tres participantes por equipo si, pero cada uno hace un triatlón entero y da el relevo a su compañero. Las distancias a cubrir por cada uno son 300m nadando, 8 kilómetros en bici y cerrar con 2 kilómetros corriendo.

A esta cita acudí con dos miembros del Drink Team de Águilas, Jorge y Núñez. Participábamos en categoría Open, que es como decir Segunda División (más bien División Amateur). La estrategia (que al final es que cada uno vaya a todo rabo) que utilizamos fue colocar a Jorge - el mejor nadador - en la primera posta y a mi - el mejor corredor - en la última.

De esta forma, para mi la prueba se convierte en una larga parte de expectación (algo más de una hora) donde me dedico a sacar fotos y a irme poniendo cada vez más nervioso. Finalmente salgo a competir tras el relevo de Antonio...



La natación sale regulera, mas que nada porque voy solo y, a diferencia de lo que pueda pensarse, me siento más cómodo en el agua cuantos más metros se nadan. Lo increíble es que entro a nadar con otros dos rivales y a los dos me los cepillo dentro del agua. Cubro los 300 metros de agua (más la carrera a pie desde la zona de relevo hasta el agua) en algo más de 6'.

Con una transición rápida me pongo a dar pedales con otros dos rivales por delante, con una buena bici se que puedo darles caza. La bici tiene un perfil de parque de atracciones con numerosos toboganes en sus 4 kilómetros de ida y su respectiva vuelta. Alcanzo a mis dos competidores antes de lo esperado y sorprendentemente lo hago... ¡Bajando! (Permitidme recordaros que sufro una pequeña crisis sobre la bici en lo que a bajar se refiere por culpa de una hostia terrible hace ya dos meses).

Vuelvo al box en unos 17' y me dispongo a cubrir mi sector predilecto pero, a pesar de que lo cubro con bastante solvencia (soy de los más rápidos de toda la competición y eso que arranco con algo de flato), no me da para alcanzar a nadie, lo cual resulta paradójico si se tiene en cuenta que nadando y en bici he adelantado a 4 personas. 



Al final, nos clasificamos en 13ª posición, lo cual está de putísima madre. Volví a disfrutar de la hostia con este tipo de pruebas y además el fin de semana fue completísimo. 

Esto me dejaba solo ante las dos últimas pruebas de la temporada en Octubre: Málaga y Gijón. Próximamente.