jueves, 19 de junio de 2014

Triatlón de Sevilla

Un mes después paso por aquí a contar lo que pasé en el triatlón de Sevilla. Se trataba de mi tercer fin de semana consecutivo compitiendo, después de Fuente Álamo y Canet. Llegaba con muchas ganas porque el momento físico y metal que atravesaba, con una confianza brutal en todos los sectores. Hace tiempo que dejé de ser un corredor que tenía que superar el agua y la bici, pero este año desde que me tiro a nadar estoy metidísimo en carrera. He pasado a ser muy ambicioso en el agua, donde antes me limitaba a verlas venir.

El horario de la carrera (12 de la mañana en Sevilla) no me hacía ser muy optimista con el tema del calor. Mi rendimiento en condiciones de calor extremos se ve claramente condicionado. Pero llegaba en un punto tan bueno que ni eso me preocupaba. Ni eso, ni que se nadara sin neopreno (que me sigue perjudicando claramente, he mejorado nadando pero no me he convertido en Michael Phelps).

A las 12 se da la salida conjunta a chicas y chicos federados y salgo nadando con buenas sensaciones. Las boyas son (como en cualquier tri) puñeteras a morir, pero se pasan sin grandes percances. Pasada la segunda boya me noto peor nadando, no voy cansado pero si algo más incómodo. Salgo del Rio Guadalquivir bastante más solo de lo habitual, lo cual en ese momento no sé si atribuir a algo bueno o malo. Completo el sector en 13'04", lo cual teniendo en cuenta que no he llevado neopreno y que he terminado nadando "mal" los últimos metros... esta de puta madre.

Transición muy muy rapida, salgo en solitario y enseguida me enganchan dos triatletas que van a ser fundamentales en mi carrera. Se ponen a tirar como dos verdaderos animales, al principio les doy un par de relevos, pero ralentizo tanto la marcha que me da hasta vergüenza y no vuelvo a tirar. A base de los santos cojones de estos dos tíos llegamos a enganchar un grupo de unos 15 triatletas que cuando salí de boxes parecían inalcanzables. Paso con este grupo la primera de las dos vueltas que hay que dar a un circuito llano llanísimo bordeando el Guadalquivir. Al pasar por allí un paisano nos empieza a gritar que el grupo de adelante nos saca 40". A mi esto me parece un mundo e irrecuperable, pero en cuestión de dos kilómetros nos echamos encima de ellos (de nuevo en gran parte gracias a los dos bestiajos con los que salí de boxes). Este grupo lo componen unos 40 triatletas, así que cuando les neutralizamos un kilómetro después somos un señor grupo de casi 60 triatletas.

Lo que queda de bici lo hago mucho mas tranquilo, pensando ya en la carrera a pie y por primera vez siendo consciente del calor que está pegando en Sevilla. El parcial de bici (incluidas las dos transiciones) sale en 32'39", una barbaridad. Me acabo de cascar una bici que ni en sueños. Me bajo a correr detrás de un chavalin que empieza con un ritmo altísimo....

... tan alto que llegados al segundo kilómetro empiezo a valorar dejarle ir. Hemos salido el y yo mano a mano dejando a los otros 60 compañeros de bici por detrás ya en boxes. Pero justo pasado ese segundo kilómetro empieza a fallarle el carburador, o la junta de la trócola, pero el caso es que sin yo cambiar de ritmo me voy de él. Muy a lo lejos empiezo a ver un grupo de tres triatletas y me pongo en modo persecución. Ya en recta de meta consigo adelantar a dos, el tercero se escapa vivo por apenas dos segundos. Cruzo y me encuentro con una estampa muy similar a la de Andorra 2012, apenas unos 5-6 triatletas a la vista. Sé que he corrido muy bien (17'56" el 5000) pero no esperaba estar tan arriba... Puesto 11 de 763 participantes en categoría Sprint con un tiempo de 1h03'39".


Se trata de mi mejor triatlón hasta la fecha y me llegó en un momento y (sobretodo) en un sitio donde no podría haberlo esperado. Ni siquiera teniendo en cuenta todo lo que he contado al principio de buenas sensaciones y confianza. La pena es que mis obligaciones académico-profesionales me han mantenido este mes más alejado de los entrenos de lo que me pedía el cuerpo desembocando en el pinchazo de Buitrago de la semana pasada... pero eso ya es otra historia.