Acudí a esta prueba en compañía del recién estrenado triatleta Christian (véase foto superior), que se había quedado con ganas de más tras su debut en tierras barcelonesas. Yo lo hacía en un momento de forma bastante bueno, pero con algunos síntomas de agotamiento que en Agosto acabaron por superarme... pero eso es otra movida que ya tendré tiempo de contar.
El triatlón se celebraba en la localidad de Deltebre, que como su propio nombre indica, se sitúa en el delta del Ebro, a unos 10 km de su desembocadura en el mar. La natación se celebró en el propio rio, y se convirtió en el gran enemigo de los triatletas, con una corriente adversa bastante considerable. Hace 3 años en Talavera, el rio Tajo en circunstancias similares, pudo conmigo. En esta ocasión conseguí salir el 14º del río, lo cual refuerza mi convicción de que puedo llegar a nadar bastante bien si sigo por este camino. El tiempo en el agua (poco relevante dada la dureza del nado contracorriente) fue de 17'35". Contento, pero con los brazos reventados, y tras una transición difícil de mejorar, cogí la bici... más solo que la una.
Esto hace que el principio de la bici sea más bien pestoso, ya que se trata de un circuito paralelo al río durante 10 kilómetros y vuelta. Aproximadamente en el tercer o cuarto kilómetro engancho un buen grupo de otros 4 triatletas en el que puedo relajarme y descansar las patas. Pero la mala fortuna se me aparece en este triatlón en forma de salida de cadena tras el giro de 180º, lo que me hace perder este grupo en el que viajaba tan cómodamente y tenga que hacer la segunda mitad del sector ciclista en modo contrarreloj, gastando bastante más de lo que hubiera hecho en grupo, pero con un buen rendimiento: 34'10" en 20k con parada de un minuto incluida.
Al bajarme a correr son ya casi las 12 de la mañana y el calor es ya sofocante, acompañado por un sol en su versión más hijoputesca. Las sensaciones no son super, pero viendo que remonto unos 6-7 puestos y que al final mi parcial fue el cuarto mejor de la prueba, queda claro que el calor le pasó factura a todo el mundo: 20'08" en algo más de 5k para terminar la prueba séptimo, mejor resultado de mi prometedora carrera como triatleta.
Enhorabuena a Christian que fue capaz de superar la dureza del Ebro y completar su segundo triatlón. En Barcelona el 5 de Octubre volveremos a vernos para la fiesta del Garmin.