Una semana después (6 de Septiembre) se celebraba el Triatlón de Ribadesella, con tres distancias: Sprint, Olímpica y Media. Aprovechando que Ribadesella está a 15' de la puerta de mi casa en Asturias y movido por las ganas de saber hasta que punto el descanso me había afectado, me apunté a este triatlón que no estaba en mi planning original. Mi idea era haber ido a Zumaia, triatlón en el que disfruté muchísimo el año pasado, pero con la incertidumbre sobre mi estado de forma me decanté por Ribadesella, no me apetecía cagarla en Zumaia.
La respuesta a la pregunta ¿Estaba recuperado de Estepona? se quedó sin responder del todo. Cuando llegue a narrar el sector de la bicicleta se entenderá. La natación fue la mejor de la temporada, salgo el 9º clasificado del agua con unas sensaciones inmensas durante este sector. La imagen de la transición llena de bicicletas hace que las dudas pre-prueba se me pasen de golpe y en un pis-pas estoy dando pedaladas.
La bicicleta son cuatro vueltas a un circuito muy duro, con una subida corta pero intensa, una bajada sin apenas dificultad técnica y, sobretodo, un tramo de enlace entre ambas totalmente indigno de un triatlón. Este tramo de enlace es, literalmente, un camino de cabras. Es el camino que utilizan los ganaderos de la zona para moverse, así que es una senda de tierra asfaltada de manera lamentable, con agujeros, baches, gravilla... Insisto, indigno de un triatlón y no se entiende que se diera luz verde al organizador para meternos por ahí. Bastante malo sería tener que pasarlo una vez, pero ¡cuatro! Además al ser vueltas tan cortas, enseguida estás doblando gente que va a paso de burra (no es su culpa, que quede claro) y este tramo es tan estrecho que es imposible adelantar sin jugártela. En definitiva un puñetero desastre. La moda de organizar triatlones está muy bien, pero se debe controlar más como se hacen las cosas. En esto responsabilizo al organizador, pero especialmente a los Jueces de la Federación, que supongo que inspeccionarían el circuito....
El caso es que en mi tercera vuelta, y tras pasar por enésima vez por un agujero, un bache, haber tocado tierra o vaya usted a saber que, pincho la rueda de atrás y me quedo sin poder terminar. Me da bastante rabia porque podría haber luchado por algo bonito (el top-ten estaba garantizado). Ni que decir tiene que no volveré mientras el circuito no se cambie.
A efectos de valorar mi estado de forma si que me vino bien. Al salir tan bien del agua y ser una bici tan "especial" fui solo la mayor parte del tiempo, y las sensaciones fueron buenas. Al haber descansado casi dos semanas estaba falto de fuerza. Pero en esto es mejor noticia estar corto de forma que pasado. Me jodió irme sin correr, ya que desde Alcázar de San Juan no hacía una carrera a pie decente y habría que irse a Sevilla para una sobresaliente.
De esta forma entré en la última fase de la temporada con la vista puesta en Barcelona, para lo que me quedaba un mes de últimos esfuerzos.