miércoles, 24 de julio de 2013

Raid Desafio Valle de Iruelas

Con mucho retraso voy a intentar recordar este raid en que participé el 15 de Junio, montado alrededor del embalse del Burguillo en Ávila. Debo decir que el entorno es una maravilla, una pena que esté lleno de zarzas...

Echo la vista atrás y solo tengo recuerdos malos de esta prueba (a nivel puramente deportivo, que no se enfaden todos los que me acompañaron, especialmente mi parteneire Quique) que subió mucho la dificultad en la situación de las balizas respecto a los otros raids en los que había participado.

Físicamente estaba cascado, toda la semana había sido de alta intensidad con la vista puesta en Donosti (30 de Junio) y no llegué fino. Pero aunque hubiese tenido el mejor día de mi vida, ante la incapacidad de encontrar balizas que tuvimos a lo largo de todo el día no hubiese valido para nada. Las primeras pruebas que no suelen durar más de 15-20 minutos se fueron hasta los 45 minutos en un claro adelanto de lo que iba a ser el resto del día.

Pero es a partir de este momento donde comienza un calvario de calor asesino, aderezado con no encontrar ni una sola baliza en un periodo de al menos dos horas, y todo esto sin dejar de correr y pedalear como hijos de puta. Finalmente encontramos un par de balizas que no compensan mucho el palizón que llevamos.

Pero lo mejor está aun por venir... localizamos una baliza relativamente cerca pero en lo alto de una montaña, pensando que será lo más fácil del mundo nos vamos a por ella... ERROR GARRAFAL AMIGO. El principio del fin. Casi dos horas de pasar por debajo de zarzas, clavárselas, derrapar por rocas, más zarzas y zarzas... ¿He comentado que había zarzas? ¿Y para qué? Para nada. No conseguimos hacer cumbre y tenemos que bajar con el rabo entre las piernas y clavándonos más, si efectivamente, putas zarzas.

Tras este desastre, nos quedan aproximadamente tres horas hasta las 9 de la noche (habíamos empezado a las 12 de la mañana) y decidimos tomárnoslo con calma y disfrutar de las pruebas especiales del emblase: kayak, tirolina, rappel... que nos permiten superar el bajón de raid que llevábamos y encima sumar más puntos en esa horita y media escasa que en las cuatro horas anteriores.

Al final, tras una última intentona con la bici (de nuevo inútil) se termina un raid de pésimo rendimiento deportivo pero, esto como siempre, con buenos momentos de risas, especialmente al final con una buena caña de cerveza delante.

Al día siguiente tuve la brillante idea de irme al Trofeo de 10k de San Antonio de la Florida en mi barrio (sin dorsal) donde pasé auténticas penurias para rondar los 45'. Pero las ganas de hacerlo bien en Donosti eran muy grandes...

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