jueves, 10 de abril de 2014

Campeonato de España de Duatlón Avilés 2014

El pasado sábado 5 de Abril participé en la primera gran prueba (tanto por el nombre de la misma como por las ganas que le tenía) de la temporada: el Campeonato de España de Duatlón en Avilés. Uno de los principales atractivos de esta prueba es que era en Asturias, así que tras pasar la noche del viernes en mi pueblín y una hora de viaje nos plantamos en el Centro Niemeyer de Avilés, centro (valga la redundancia) neurálgico de la competición. Sin duda un acierto de la organización.


La competición era a las 17,30 y el día acompañó (no llovió y la temperatura rondó siempre los 20º). Casi sin darme cuenta, estoy a escasos segundos de darse la salida. La distancia de esta prueba es totalmente nueva para mí y, sinceramente, asusta: 10k corriendo más 40k de bicicleta (llana, gracias a Dios) y terminando con 5k más de carrera a pie. A pesar de esto, estoy con ganas. He entrenado bien y tengo en la cabeza muy claro no “acomodarme” en el primer diez mil. Se da la salida y enseguida queda claro que esto es un Campeonato de España. La gente sale a todo rabo y yo con ellos. No llevé reloj, pero raro será que ese primer kilómetro no haya rondado los 3’15”-3’20”. A partir de aquí, la carrera se estabiliza y empiezo a encontrar unas sensaciones tremendas. 


Poco a poco voy cazando gente, sé que voy rápido pero no quiero regularme, me encuentro realmente bien, como hacía mucho tiempo. La última vuelta (de 4) es la mejor de todas y es aquí (a toro pasado es fácil verlo) donde creo que me calenté de más. Entro en boxes muy solo, con la mejor noticia del fin de semana, acabo de batir mi mejor marca personal en un 10.000: 35’07”!!! Esto lo averigüé después, claro está, pero ya en ese momento sabía que había corrido mucho y bien.


Me subo a la bici y enseguida me dejo cazar por un grupo que viene por detrás. De este segmento poco que contar hasta el kilómetro 30 (aprox.) donde empiezo a notar los primeros síntomas del pedazo 10.000 que me he cascado y el grupo en el que voy acaba por sacarme de punto. Tras unos 3-4 kilómetros en solitario (que me vienen muy bien para recuperarme) me traga otro pelotón que me lleva hasta boxes. Este segmento (que al final es de 37k) sale en 1h01’ a unos 36kph.


La cruda realidad llega al bajarme de la bici. Ahí aparecen todos los males de golpe: calambres, dolores y flato… el combo perfecto. Corro prácticamente cojo los primeros 2,5k pero poco a poco consigo quitarme de encima el flato (que es lo más molesto) y espoleado por un competidor de mi grupo de edad que acaba de adelantarme, me pego a él para en un sorprendente último cambio de ritmo (me cabrea darme cuenta que sin el flato hubiese corrido muy bien este último sector) conseguir terminar en 22’15” (casi a 4’30” el kilómetro frente a los 3’30” del primer 10.000), no tan cansado como dolorido y en un tiempo total de 1h58’39”, en 16ª posición de mi grupo de edad.

A pesar de que a nadie le gusta pasar las penurias del último tramo de carrera, debo decir que la sensación que me llevo es muy positiva. Solo el primer 10.000 me deja tremendamente feliz, no recordaba ya una prueba con unas sensaciones tan buenas y encima tirando yo solo en todo momento. Es cierto que hipotequé el duatlón, como queda claro con ese último 5000, pero que me quiten lo bailao. Si repito experiencia en años venideros, tengo claro que plantearé la carrera a de otra forma, pero para un debut me voy contentísimo y con marca personal. La bici me costó mucho, pero es cierto que fue  casi al final cuando cedí, necesito practicar más las arrancadas en seco. Y por último me quedo con la actitud al final de la prueba, luchando hasta al final por un puesto (16º suena mejor que 17º y más como lo conseguí).

Dejo el penúltimo párrafo para acordarme de Yolanda, que consiguió ser subcampeona de España en su grupo de edad en una demostración de que en estas pruebas tira más la cabeza que las piernas. 

Y el último párrafo para declarar como cerrada la pre-temporada (los duatlones, vaya) y a pensar desde ya en Fuente Álamo, prueba con la que abriré por tercera temporada consecutiva la temporada de Triatlón. ¡Qué ganas!



lunes, 7 de abril de 2014

Campeonato de España Duatlón Contrarreloj por Equipos

De nuevo una buena reunión de amigos en la primera participación de la temporada en un duatlón por equipos: Campeonato de España en modalidad de Contrarreloj por Equipos (Noia, 22 de Marzo). La foto justo debajo de este párrafo coincide prácticamente con la que nos sacaron hace unos 10 meses en Águilas (Copa del Rey de Triatlón). Jugando a las diferencias, incorporamos a Godoy y perdimos a Sanz (por imposición laboral) y a Pascual (lesión). Así pues nos plantamos en la plaza de Noia (de izquierda a derecha en la foto): Godoy, Tarno, Garrido, Lamela y Núñez.



Las circunstancias (prefiero no entrar en este tema, que me caliento) hicieron que ningún competidor del equipo élite masculino (no así las chicas, desde aquí mi reconocimiento por ellas, que siguen demostrando que les mueve el amor a este deporte) “pudiera” ir a competir. Así pues, el equipo de la foto superior fue el representante en categoría élite del C.T.O.A. Quedamos últimos a más de 4 minutos del penúltimo, pero el orgullo que sentí al bajarnos a correr el último segmento a pie y en el momento de entrar a meta os aseguro que no lo sintieron ni los de Mallorca (ganadores finales).

La carrera fue, como en todas las experiencias por equipos, entretenidísima de principio a fin. La estrategia era clara, Javi debía marcar el ritmo en la carrera a pie y en bici (un circuito duro, con tres vueltas de continuo sube-baja sin mucha tregua). Los demás debíamos ayudarle en la medida de lo posible, especialmente en los tramos de subida con la bici donde peor lo podía pasar. Y así lo hicimos, respetando la táctica a morir. Al cruzar la línea de meta todos nos abrazamos con Javi en medio, nuestra manera de reconocer su señor duatlón: se dejó todo lo que tenía.

En lo personal fue un entrenamiento muy bueno, aunque lo pasé algo mal bajando en la segunda vuelta de la bicicleta (apareció la lluvia). En general bajé tranquilo con la bici y me noté con más confianza (cada prueba un poquito más) pero aún entro con algo de canguelo en las curvas. Progresa adecuadamente, como nos decían en la EGB.


Esto me dejaba a dos semanas vista de mi gran objetivo de esta primera mitad de la temporada: el Campeonato de España de Duatlón en Avilés.

miércoles, 2 de abril de 2014

Rogaine La Berzosa

Terminaba mi crónica sobre el duatlón de Alcobendas diciendo que nos habían convencido (mi compañera Nuria del C.T.O.A.) a Antonio y a mi para volver a los Desafíos Liga Centro a los que sinceramente no creía que fuera a volver en una temporada, más que nada por mi mala experiencia en el Valle de Iruelas el año pasado.

El caso es que Nuria había convencido a otro compañero (Nacho Merejil, que cuenta su experiencia aquí) para rivalizar con nosotros. Al final fueron la mejor pareja mixta de la competición... para los que conocemos a Nuria poca sorpresa, aunque creía que con el rollo de la orientación bajarían el rendimiento. Así que para La Berzosa nos fuimos los cuatro.

Antes de empezar, tengo que recordar que Antonio y yo habíamos tenido una flor en el culo hasta ahora en le tema este de orientarnos (y digo habíamos por lo que vendrá a continuación). Nunca nos preocupamos de llevar una brújula y siempre tiramos de algo intuición y de mucho físico (el camino más largo es el más seguro), aparte de la suerte mencionada (como olvidar aquella baliza en Toledo en medio de un parque). Pero esta competición era diferente. Aquí no había pruebas ni BTT, sólo pura carrera de orientación y por todo el bosque de La Berzosa, así que nos decidimos a comprar una brújula y quedamos el día anterior para aprender a usarla por las calles de Alcorcón... impagable la cara de la gente al vernos corriendo con una brújula y un mapa por Las Retamas.

Así que pensábamos que para el gran día estaríamos más que preparados. En honor a la verdad debo decir que el desastre final no fue debido a la brújula, que llegamos a usar dos veces y en los dos casos nos sacó del apuro.

El arranque de la competición fue muy bueno y para el final de las dos primeras etapas habíamos conseguido un buen resultado (lo esperado, una baliza puñetera nos privó de algunos puntos más pero  en línea con lo que solíamos hacer en otros raids). La tercer etapa era la definitiva, con unos 30k de recorrido (óptimo si se cogían todas las balizas) y 4h30' para completarlo (la salida se daba a la una y media tras 15' de descanso).



Empezamos bien, con tres balizas en 30', pero a partir de la cuarta que se nos atraganta más de la cuenta se empieza a complicar la cosa. La tarde empieza a ser muy calurosa y nos vamos quedando sin agua (yo tiraré de agua estancada que me podría haber dejado atado a la taza del wáter, pero por lo menos en eso tuve suerte), aparece la fauna de la zona (yo me topé con los padres de Bambi y Antonio con una culebra más perdida que nosotros) y las balizas caen a un ritmo más bajo de lo deseado. Al menos vamos sumando puntos, no para hacer una gran actuación pero si para cumplir... para tener anécdotas vaya, pero todo esto quedará en agua de borrajas.

A falta de una hora estamos bastante lejos, pero nuestro ritmo de encontrar balizas ha subido y acabamos de sumar casi 30 puntos en apenas 15'... y es entonces cuando se nos fue la olla.

Como luego descubriríamos estamos aproximadamente a 5 kilómetros en línea recta y con las prisas por volver empezamos a tirar como locos, pensando que el físico nos sacará una vez más del apuro. Pero... esta vez no. Si hubiéramos perdido un par de minutos en establecer bien la dirección... en fin.

El caso es que nos dan las 6 (hora de cierre, cada minuto de retraso 2 puntos menos) y aparecemos en ¡Torrelodones!, todavía mas lejos de la meta que 15' atrás. La hostia, vamos. Tras un momento de bajonazo del copón, por primera vez en el día actuamos con sangre fría. Somos conscientes de que vamos a llegar muuuuuuy tarde, pero para reducir el daño decidimos tirar hacia la vía de servicio de la A-6 y asegurar (básicamente intentar llegar antes de las 7) que al llegar todavía hay alguien...

Tras un último esfuerzo titánico, recorriendo unos 8k en apenas 35' (tras 6h30' de competición bajo el sol) llegamos bajo el aplauso (irónico de algunos cabrones pero sincero de otros muchos) de la gente que queda allí. Volviendo ya nos hemos cruzado con un par de coches con gente del raid volviendo a casa. La última bofetada nos está esperando al llegar a descargar nuestros puntos... resulta que si te vas más allá de y media no hay descuento en puntos si no que te vas a la puta calle. Vamos, que nos hemos cascado un palizote de la virgen cuando podríamos haber vuelto en autobús (ya puestos...).

En fin, a pesar de que puedo sonar pesimista y cabreado, me lo pasé de puta madre y repetiría aún sabiendo que me iba a pasar lo mismo. Desde aquí mi reconocimiento (que sabe que lo tiene) a mi compañero Núñez... somos el hambre y las ganas de comer, pero volveremos!!!

Salud y Cero Grados!!