sábado, 29 de septiembre de 2012

III Triatlón Bodegas Valbuena de Duero

Cinco semanas después de mi último Triatlón en Figueras - de recuerdo agridulce - volvía al Triatlón de cara a preparar la última gran cita de la Temporada, el Campeonato de España de Triatlón Sprint el próximo 6 de Octubre.

El lugar elegido era Valbuena de Duero, un pueblo en mitad de los viñedos y de las principales bodegas vinícolas de la cuenca del Duero, cerca de Valladolid. Se trataba de una prueba pequeña, con apenas 100 participantes en categoría masculina y 6 en femenina. De la centena de tíos que allí nos plantamos debo decir que se veía muy poca "morralla", poco relleno, pocos paquetes vaya. Lo que un 22 de Septiembre en mitad de la ancha Castilla supongo que pasa por ser normal.

La natación se desarrollaba, como no podía ser de otra forma, en el Rio Duero. A diferencia del Tajo, con el que tengo una historia de odio-odio, el Duero no puso ninguna dificultad adicional a las que ya pongo yo de mi parte cuando me tiro a nadar. La salida, aunque seamos pocos participantes, se realiza en una zona muy estrecha del río, con lo que la colección de hostias los primeros 50-100 metros está servida. A partir de aquí, nado bastante bien, en la línea de toda la temporada. Lo que me llama la atención de la actual temporada es que cuando mejor me he sentido nadando en los triatlones olímpicos, con el doble de distancia. Y es que tardo bastante en entrar en calor en el agua, y cuando lo hago (en distancia Sprint) me quedan pocos metros ya que disputar.

Salgo 43º del agua a unos 3' del primero. Hace algo más de un año en la Casa de Campo salía a casi 7' de cabeza de carrera. ¿Necesito mejorar aún? Es evidente. Pero que me quiten lo bailao, a este ritmo de mejora (que evidentemente bajará) el año que viene salgo primero del agua...

Transición Nadar-Bici

La bici me sorprende ya que esperando un circuito llano, nos meten un puertecito de 2,5 kilómetros (por 2 vueltas) con unas rampas finales que rozarán el 7-8 %. La pena de la bici, como siempre, es el llano donde a mis habituales problemas debo juntar que he dejado montado el Compact lo que no me permite moverme igual que los mejores. Al final me bajo después de haber ganado unos 15 puestos, entre los 30 primeros de la prueba, gracias a esos 5 kilómetros de puerto que me sientan de lujo.

La carrera me permite auparme hasta la 19ª posición final, haciendo el 4º mejor parcial de la prueba. Y esto en un día regulero de mis patas y sobre todo de mi tripa. La prueba comenzaba a las 16,30h de la tarde pero los preparativos te obligaban a estar liado mucho antes, con lo que mi estómago que ha recibido alimento por última vez a las 12 de la mañana, cuando estoy corriendo pasadas las 17,30h empieza a protestar. Y no es una protesta pacífica. Además el circuito a pie no permite lujos, es un continuo sube y baja "pestoso" con alguna zona en que si no frenas te puedes ir de cabeza al río.

En definitiva, estupendo triatlón para volver a la competición tras algo más de un mes de "descanso". Estuve muy sólido en las tres disciplinas, yendo toda la prueba de menos a más. Hoy vuelta a la misma zona para la disputa mañana del TriCross Media Distancia de Palencia por relevos con mis compadres de Cero Grados. A mi me tocará la primera posta de 1900 metros nadando. Y justo dentro de una semana vuelta a la Casa de Campo para cerrar la temporada 2012.

jueves, 13 de septiembre de 2012

DuCross Nocturno Alcorcón

La bici de montaña no me quiere. Y no se lo reprocho. Yo tampoco le he demostrado ningún afecto a lo largo de la temporada. En Boadilla, allá por finales de Junio ya se manifestó este poco "feeling", que diría Pep. Antes de empezar a competir reventó su rueda trasera en un clara declaración de intenciones. Tras arreglarla, me tiró dos veces y sacó la cadena otras tantas. Desde entonces permanecía abandonada en un triste, oscuro y húmedo sótano mientras su prima lejana de carretera disfrutaba junto a mí de las pruebas de verano. Durante ese tiempo gestó su venganza...

Y el sábado pasado en Alcorcón llegó su oportunidad, y vaya que tardó mucho en cobrársela. Exactamente dos kilómetros. Tras un primer sector de carrera (4,5k) a pie perfecto, con ritmo alto, buena zancada y mejores sensaciones, conseguí salir a dar pedales con mi enemiga íntima en 3ª posición. Me permito hasta soñar durante unos minutos en que me mantengo con los 6-7 duatletas en cabeza de carrera...

... de repente pierdo tracción, cada pedalada es un infierno y caigo hasta la 20ª posición en cuestión de un minuto. Lo ha hecho otra vez. Y ha aprendido de errores pasados. Esta vez ha esperado a pincharse en carrera y no antes como en Boadilla. No tengo forma de seguir, así que emprendo el camino de vuelta... con ella a rastras. Me parece que hasta oigo como se ríe la hija de la gran puta...



Si algún niño está leyendo esto, hacedme caso, decid no a las bicicletas de montaña.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Jitu'l Escarandi


Aprovechando este fin de semana sin competiciones, recuperé mi "tradición" - de un año de antigüedad - de trepar los puertos asturianos más exigentes.

En este caso el Jitu'l Escarandi, una cima situada a unos 3 kilómetros del pueblo de Sotres, en plenos Picos de Europa. Se trata de una subida relativamente desconocida, nunca se ha incluido en ninguna gran vuelta. Lo cual resulta extraño, pues se trata de un puerto ideal, con una longitud idónea (15 km) y desniveles de hasta el 23%, como puede verse en el perfil:




Hasta Poncebos (base de la subida), son unos 35 km desde mi pueblo. Entre medias el Alto de la Robellada, típica tachuela incómoda para romper a sudar con 5 km al 5,4% de pendiente media y con máximas del 7%. Durante todo el camino hasta el inicio de la subida me acompaña Gabino, que se quedó apenas a 2 km de conseguir coronar el puerto por problemas físicos.

La ruta es una pasada, discurre de manera constante por desfiladeros acojonantes. Empiezo a subir y enseguida sé que llevo un día estupendo. Las piernas responden muy bien, pero yo me guardo para el final de la subida que es donde viene lo duro. La primera parte del puerto - hasta Tielve - es la clase de subida que me va como anillo al dedo. Muchas herraduras, cambios de ritmo, curvas... Me siento muy cómodo y disfruto sobre la bici, algo que sinceramente no esperaba visto el perfil.



La segunda parte, de Tielve a Sotres, te permite una tregua, aunque sigues subiendo lo haces de forma más tendida y puedes recuperar. La pena es que el paisaje en esta zona es algo monótono. Justo un kilómetro antes de llegar a Sotres, empieza lo más duro. A partir de aquí, son 3 kilómetros infernales, con rampas de hasta el 23% con el último kilómetro al 14% de pendiente media, y por un terreno en pésimo estado. El último kilómetro vuelve a permitir un respiro, para acabar coronando tras aproximadamente 1h15' de subida.



La semana que viene el DuCross de Alcorcón.