viernes, 18 de julio de 2014

Triatlón de Alcázar de San Juan 2014

Repitiendo la misma jugada de la misma temporada, tras el buen sabor de boca de San Sebastián me fui (una semana después) al Triatlón de Alcázar de San Juan. Se trata de un triatlón al que tengo mucho cariño, es junto con Fuente Álamo y Talavera en el que mas veces he participado (3). Está perfectamente organizado, no hay mucha gente (lo cual se traduce en mayor calidad de los participantes) y además se disputa en una distancia que se sale de los estándares (1-30-5'5). Además este año formé parte de una gran expedición C.T.O.A. con 5 participantes masculinos y 2 femeninos.

Mi carrera se resume echando un vistazo a la imagen debajo de este párrafo donde se puede ver la comparativa de mi participación del 2013 y del 2014:



En realidad podría dar por terminada esta crónica, pues el salto de calidad entre un año y otro es espectacular en todos los sentidos. Así como diría mi buen amigo Bernardo Schuster:


Peeeeero, como ha sido otro triatlón redondo dentro de esta gran temporada, me parece justo recalcar la mejora en el agua (2'12" mas rápido es algo bestial), donde tras pasar la primera boya voy a pies de Jorge "El Becario" (un chavalín de 22 años de mi club que es un fuera de serie) y eso me ayuda a venirme arriba todavía más.

Llego a los boxes después de esta gran natación junto con el Becario y allí está también Jorge Sanz (otro muy buen nadador del club) y juntos nos ponemos a comandar un grupo de unas 30 unidades. Poco a poco perdemos el protagonismo inicial en este grupo y - yo particularmente - me dejo caer a posiciones más cómodas. El buen trabajo de este grupo nos permite enganchar a otro pelotón que avanzaba delante nuestra, formando el pelotón más importante de la carrera, con unos 60 triatletas. Con este enorme grupo llego a Alcázar a la segunda transición, con buenas sensaciones y sobretodo muy contento por haber ido con mis dos compañeros en el pelotón.




Me bajo a correr y, ya desde el principio, mi gran referente (Becario) se muestra con más fuerza y más piernas que yo. Salgo no todo lo fuerte que esperaba (¿Secuelas de San Sebastián?) y a pesar de mantener un buen ritmo, no corro todo lo bien que podría esperar. Lo cual viene a demostrar que no existe la carrera perfecta, por mucho que esta se acercara bastante. Corro los ¿5.500 metros? (yo creo que un poco menos) en 19'31" y termino el triatlón en 26ª posición (frente a la 73ª del año pasado), con la motivación por las nubes.



Según escribo estas líneas mi temporada veraniega comienza a tomar forma, con tres nuevos triatlones en el horizonte. En dos días, en Deltebre (Tarragona) al lado de mi buen amigo Christian (que ya se está enganchando a esto también) y en Agosto visitando Valladolid y Estepona, todos en categoría Sprint que el verano es para disfrutar también. 
 

lunes, 7 de julio de 2014

XXIX Triatlón Internacional de San Sebastián

Terminaba la anterior entrada del EcoTrimad contando que dado el buen resultado de Donosti, me apetecía poco hablar de lo que pasó en Buitrago y mucho de lo que pasó en la Concha. El fin de semana en Donosti fue una pasada, siempre que estoy por allí las ganas de quedarme (al menos una temporada) son enormes.

Llegué el viernes por la tarde con un tiempo estupendo que duró hasta el sábado a media tarde. A partir de las 4 de la tarde del sábado se levanta un viento y empieza a llover como si no hubiese un mañana. El domingo por la mañana, que es cuando se celebra la prueba, cae el típico mojabobos (o txiribiri que dirían los vascos) pero el viento ha bajado bastante.

Dejo las cosas en el box, me calzo el neopreno y me bajo a calentar (volviendo a las buenas costumbres de esta temporada, perdidas en Buitrago) al agua. En el momento de meterme a calentar la lluvia y el viento aprietan un puntito más. A las 9:30 en punto (así da gusto, joder) se da la salida a los 1500 metros de natación, 40 kilómetros de bicicleta y 10 de carrera a pie.

El 1500 en la Concha es una pasada. Natación rozando la perfección (dentro de mis estándares, entiéndase), con unas sensaciones bárbaras en todo momento y saliendo con fuerza del agua. Muy, muy contento con este sector de la natación, que me esta llevando a ser muchísimo más competitivo en esto del triatlón. Al final 24'55" haciendo el parcial 165 de 839 participantes. El año pasado, en estas mismas aguas, me fui a 27'10" (parcial 329).

La bici la empiezo sin darme cuenta de que está soplando un viento de narices (no como el sábado, pero suficiente para sacudir la bicicleta) y a partir del kilómetro 10 la lluvia se cuela también en la fiesta. La bici se convierta en una cuestión de supervivencia, especialmente en la peligrosa baja del Igueldo, donde más de uno y más de dos prueban el asfalto. Mucha agua, más viento, más aceite... pésima combinación. A pesar de todo esto, consigo hacer el parcial de bici mejor (cuestión de segundos, pero mejor) que el del año pasado: 1h22'17" este año por 1h22'25" del año pasado. La diferencia de dureza se refleja en que el mismo parcial me lleva a hacer el parcial 288 este año por el 387 del pasado.



Cuando llego a correr a La Concha, deja de llover y se asoma el sol... manda huevos. La carrera a pie está llena de altibajos, con muy buenas sensaciones en determinados momentos y crisis (especialmente por el puñetero flato) en otros. Al final 39'22" (Parcial 89) por los 39'52" (Parcial 118) del año pasado. Aún lejos de mi nivel real en la disciplina, pero que coño... 30" mejor que hace un año y con momentos de correr realmente a gusto.


Al final consigo rebajar mi tiempo del año pasado en 2'53" parando el crono en 2h26'35" en el puesto  175 de 839 participantes. ¿Hay que mejorar? Por supuesto. ¿El año pasado quedé en el puesto 281? Tan cierto como lo anterior. ¿Con que me quedo? Con una ración de las dos cosas, pero sobretodo con la sensación de que el norte y en particular Donosti siempre sacan lo mejor de mi.


De esta forma terminaba mi primer triatlón olímpico de la temporada. Gracias a mi madre por la compañía todo el fin de semana y a todos los donostiarras que se vuelcan con este triatlón de una manera espectacular. ¡El año que viene más y mejor! Eskerrik Asko!


miércoles, 2 de julio de 2014

EcoTriMad Sprint 2014

Incluyo esta crónica por mantener un orden cronológico y porque nunca he dejado de contar un triatlón desde que empecé en esto... pero es un triatlón a olvidar. O quizás no, a lo mejor es un triatlón para recordar por lo malo. Estoy escribiendo esto apenas 3 días después del Triatlón de Donosti que tan buen sabor de boca me ha vuelto a dejar, así que voy a pasarlo rápido para poder escribir lo antes posible sobre Donosti y dejar esta crónica en un segundo plano.

Venía de un mes de Mayo perfecto, con competiciones redondas (incluso vestido de vaca), pero mis obligaciones académico-profesionales me obligaron a bajar el pistón más de la cuenta (sobre todo la bici, que necesita sus buenas horas de dedicación) y llegar a este triatlón bastante flojo. Se trataba más bien de un triatlón para volver a competir y de alguna manera certificar que los estudios se habían acabado. Con todos estos ingredientes y la cabeza más puesta en Donosti que otra cosa, la cosa no pintaba bien...

... Y salió peor. Quizás el recuerdo de Sevilla estaba demasiado fresco, pero lo cierto es que desde que me tiro a nadar (primera vez esta temporada que me tiraba sin calentar antes) el cuerpo ya da malas señales: respiración muy entrecortada, brazos de cemento desde la primera brazada... Salgo del agua sin un tiempo excesivamente malo (13' y medio) pero lejos del salto de calidad demostrado este año.

La transición es un infierno, desde una rampa de arena al salir del agua que empieza a poner el corazón a mil, pasando por un sube y baja hasta la bici de no menos de 300-400 metros y terminando con otra subida con la bici a rastras hasta poder ponerse a dar pedales.


La bici, con diferencia, lo peor del día. Nada de piernas desde que me subo y la cosa no mejora un ápice con el paso de los kilómetros... Mejor no recrearse en esto, no había piernas y punto.

La carrera a pie, pues muy lejos también de lo que he hecho este año. Salgo absolutamente muerto y, para rematar, con muy pocas ganas de sufrir. Al final, con un par de últimos kilómetros buenos (en bajada) maquillo mi último 5000 sobre los 19' y medio.

Como dije el principio, desde que que cruzo la meta con ganas de olvidarme de este triatlón cuanto antes y empezar a pensar en Dosnosti, para lo que me quedaban dos semanas y por tanto un margen de maniobra considerable.