Revisando las crónicas de los triatlones desde Castellón 2011, me doy cuenta de que la frase "mi mejor sector de natación hasta la fecha" se repite. Mientras pueda seguir utilizando esa frase es que las cosas van bien.
Pero este fin de semana en la Casa de Campo creo que he avanzado un nivel más en el agua. Por primera vez he competido nadando. Hasta ahora se trataba de salir lo mas indemne posible de este segmento, el sábado por fin conseguí pensar en el triatlón como un solo deporte y no la suma de tres.
Salgo lanzado, los primeros 50-100 metros los hago como si fuesen los últimos y cuando levanto la cabeza para ver donde estoy, veo al grupo de cabeza a unos 5 metros. A partir de ahí me centro en buscar un grupo para nadar cómodo, pero como voy en la primera salida de las 11 de la mañana, no hay otros grupos por delante y el hecho de ir entre los 20 primeros de la prueba - de los 100 que hemos salido con dorsales 3XX, yo con el 306 - pues te hace ir bastante solo, pero por lo menos me quito de golpes.
Cuando termino tengo tal subidón que me dan ganas de retirarme en ese mismo instante, nada de lo que haga puede mejorar la satisfacción que siento al entrar en el box a coger la bici y ver que casi todas las 3XX siguen allí colgadas. La pena es que mi chip se queda en el fondo del lago, en algún movimiento se me ha desprendido del tobillo - ¿La salida? - y me quedo sin saber los parciales.
Con la bici... es difícil de explicar. El principal problema es que los casi 24 kilómetros de prueba los hago en modo "contrarreloj", ya que a los ciclistas que adelanto - los que adelanto de verdad, no a los que empiezo a doblar a partir de la segunda vuelta con dorsales 4XX y 5XX, entre ellos mi socio Núñez - no me compensa quedarme con ellos. En el llano puede que vayan a mi ritmo, pero subiendo Garabitas me voy solo siempre. A pesar de esto, sé que comparado con el año pasado mi rendimiento ha bajado, aspecto que debo cuidar y único pero (muy ligero, eso si) de toda la competición.
Correr, otro motivo de felicidad. A la poca gente que puedo adelantar, la adelanto y termino el último kilómetro con tal fuerza que sólo puedo tener esperanza desmedida en el 10.000 que tendré que afrontar en Castellón. No sé el parcial (una pena), pero estimo que el ritmo de carrera no se aleja mucho de 3'40-3'45 el kilómetro. Unos 18 minutos y medio, creo.
Al final: 1h22'15''. Puesto 43/571 de la General y 22º de Senior Masculino. Dos minutos menos que el año pasado, siendo mucho mejor en Natación y Carrera a Pie y peor en Bicicleta. La moral por las nubes para el verano triatlético que se presenta.
Ayer domingo, como colofón a un buen fin de semana, concierto del Señor Bruce Springsteen, que con 62 tacos se cascó un concierto memorable en el Bernabéu de 3 horas y 48 minutos de puro y auténtico Rock & Roll. ¡Nos enterrará a todos!
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