miércoles, 24 de diciembre de 2014

Triatlón de Gijón

Escribo esto con muchísimo retraso. Tanto, que se trató de mi último triatlón de la temporada 2013-2014 y ya estoy metido hasta los huesos en la temporada 2014-2015. Mi próxima entrada la dedicaré a resumir las sensaciones de este gran año, prometo que antes de que termine... Al estilo de todas las cadenas de televisión que se dedican a rememorar los mejores momentos del año.

Pero volvamos a Gijón, 12 de Octubre, fiesta nacional y último triatlón de la temporada. Debo confesar que no estaba especialmente motivado. Barcelona había salido especialmente bien y hubiera sido el broche perfecto, pero Gijón ye Xixón y Asturias ye Asturies.

Como no me acuerdo especialmente bien de lo vivido en la carrera, voy a optar por hacer un análisis mucho más frío, pero más fiable. Para ello voy a recurrir a los números puros y duros. Aprovechando que ya estuve aquí en 2013, y que el ganador de entonces también fue el mismo (gracias a Fernando Barroso por su colaboración inconsciente), este ejercicio comparativo tiene bastante sentido. A continuación os dejo lo que dicen los números de mi participación en 2014 respecto a la de 2013...


Conviene destacar que a pesar de que los dos protagonistas de la comparación son los mismos, los circuitos cambiaron. Únicamente la bici mantuvo exactamente su trazado de un año a otro. La natación y la carrera a pie fueron más largas.

De estos números se puede ver claramente que lo que llevo diciendo todo el año no son solo sensaciones, si no realidades: mi natación ha mejorado ostensiblemente (la hostia para los de la LOGSE) y sin embargo no he corrido como otros años. De la bicicleta, aunque relativamente a Barroso también perdí más tiempo (casi 1'30" más), aquí al conservarse el circuito exactamente igual, creo que no puedo pasar por alto que mi tiempo fue 1' mejor. En este caso, creo que la mejora de Barroso deja claro que en 2013 pudo tomarse este sector con más calma...

Al final, el tiempo final perdido fue mayor, casi un 2% mayor (en términos relativos). Podría pensar que fue un dato negativo, pero existe un último dato que también ha de tenerse en cuenta y es el puesto final. Mientras que en 2013 finalicé en 48ª posición de 188 participantes, en 2014 lo hice el 30º de 187. Si algo hemos aprendido de las noches electorales es que todos los datos pueden interpretarse a nuestro interés... aunque creo que en la cuestión de la natación no hay interpretación posible.

De esta forma concluía la temporada, con muchas muchas luces y alguna sombra que ya contaré en esa entrada resumen que prometía en el primer párrafo de esta crónica. 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Garmin Barcelona Triathlon

El pasado domingo 5 de Octubre participé en el triatlón más anticipado de la temporada, el Garmin Barcelona Triahlon en distancia olímpica. Anticipado porque llevaba inscrito desde Mayo y además tenía especiales ganas de hacerlo bien. Esta motivación me vino de lujo para el mes de entrenamientos en solitario que tuve que chuparme después de Ribadesella, que en otras circunstancias hubiese sido demoledor (sobretodo desde el punto de vista psicológico).

Llegué el 3 de Octubre acompañado por mi madre, aunque yo me alojé en casa de mi buen amigo y ahora socio de triatlón Christian (y su encantadora mujer Melisaria). El día 4 lo dedicamos a recoger dorsales, entrenar un poquito y sobretodo a encontrarnos a un chavalito que está empezando a sonar en esto del triatlón...


La tarde del 4 la dediqué a descansar ya que el domingo tenía que levantarme a las 6 de la mañana (ni para currar tú). Dicho y hecho, a las 6 suena el despertador, desayuno básico y rumbo a la salida en la Mar Bella (bastante cerca de la casa de mis anfitriones). Según salgo de casa se pone a llover y para cuando llego a la pista de atletismo donde están las transiciones, la tormenta perfecta está sobre Barcelona. La zona de boxes (el campo de fútbol rodeado por la pista) es un barrizal impracticable, totalmente inundado. Dejo mis cosas lo más rápido que puedo y me voy a refugiar al interior del pabellón. Las cosas pintan muy mal, la organización recomienda a la gente que no coloque sus cosas por el peligro de la componente eléctrica de la tormenta y retrasa mi salida (federados) y la élite (los 40 mejores triatletas, incluidos Gómez Noya y Mola) de las 8 a las 9. En ese momento parece que es retrasar lo inevitable, pues ni el más optimista podría pensar en que iba a celebrarse la prueba...

Pero los milagros en triatlón también existen. Yo me preparo para competir, sin pensar en posibles cancelaciones de la prueba, me pongo el neopreno, dejo las cosas en el ropero y me dirijo a la playa 20' antes para calentar algo en el agua. Cuando salgo del pabellón cualquier rastro de lluvia ha desparecido, el agua del mar está como un plato y.. ¡Hasta el Sol asoma tímidamente detrás de las últimas nubes! Tras calentar unos 10' en el agua y ser testigo de la salida de los mejores, se da la salida a una prueba que parecía muerta una hora antes.

Nado bastante bien, sin grandes complicaciones salvo en los primeros metros y en los giros de boya. Se nota que ha habido un porcentaje importante (¿30%?) de gente que al ver la lluvia a primera hora se ha ido a casa. En mi serie deberían ir 450 triatletas e iremos unos 300-350, con el correspondiente beneficio en poder nadar sin tanto agobio. Me lío un poco en el último giro de boya, que es un ángulo de casi 180º, lo cual me desorienta al principio. Llego a la playa en 25'17", en línea con lo hecho en San Sebastián y tras una larga transición (y peligrosa porque el suelo sigue mojado) llego a coger la bicicleta. El box sigue hecho un cristo, y salgo de allí que parece que vengo de hacer ciclocross.

Enseguida empiezo a rodar en un grupo grandecito, que cada vuelta se hará más y más grande (4 vueltas de 10 km), sobretodo por que pasada la primera vuelta empezamos a alcanzar a gente que ha salido en otras olas. Esta situación dificulta y hace mucho más peligroso el rodar por las calles de Barcelona. A pesar de que el suelo sigue mojado y en las curvas de 180º los railes del tranvía provocan la pérdida de adherencia, yo voy con mucha confianza al trazar. No sé porque, pero saco un día perfecto en lo que a trazar y arriesgar se refiere. No puedo decir lo mismo de mis compañeros de grupeta, que se me descuelgan en todas las curvas...



Cada vuelta se incorporan al circuito ciclistas más inexpertos, lo que provoca muchas aglomeraciones peligrosas (especialmente en las curvas mencionadas). No diré nada en contra del organizador, ya que sin la lluvia torrencial de primera hora, los élite y los federados hubiésemos salido una hora antes y no habríamos encontrado ni pizca de este "tráfico". A pesar de todo, la velocidad final es la leche, muy cerca de los 40 kph (ya que al final el circuito de 10 km se quedó 500 metros más corto por seguridad) en 59'46". Además, al principio de mi tercera vuelta nos dobla el grupo de los favoritos, por lo que pude rodar con los Gómez Noya, Mola y compañía durante 2-3 km.

Con muy buenas sensaciones, me bajo a correr los 10k, con un (¡Manda huevos!) sol de justicia pegando. Empiezo como en Donosti, siendo reservón al principio. Poco a poco adelanto competidores, no muchos ya que (¡Motivación total!) me doy cuenta de que estoy muy arriba (entre los 60 primeros incluyendo a los élite de un triatlón de 5000 personas). Cuando me quedan 5k, empiezo a correr un poco más rápido. Lo cierto es que es la mejor carrera a pie del año, en lo que a sensaciones se refiere (bueno, Sevilla también). Al final entro en meta disfrutando, siendo ya consciente sin mirar los tiempos que las cosas han salido de puta madre, que toda la motivación y dedicación empeñada en esta prueba han merecido la pena... Y esa sensación es la hostia. Termino con un parcial de 39'15" (mi mejor 10.000 en un olímpico), con una sonrisa de oreja a oreja... o eso creo yo, porque está foto lo que muestra es agotamiento extremo:


Gran fin de semana, coronado con un inmenso triatlón y con la mejor participación de la carrera deportiva de Christian en la distancia sprint, con una muy buena natación por su parte. La imagen de abajo resume en datos las inmensas sensaciones descritas, con un 39º puesto final (sin contar a los élite) que no hace más que mejorar el subidón barcelonés.


Y aunque sinceramente me hubiese gustado cerrar aquí la temporada, la tierrina tira mucho y me apunté al Triatlón de Gijón una semana después, para clausurar la temporada en el mismo lugar que la pasada.

domingo, 19 de octubre de 2014

Triathlon Festival Ribadesella

Tras el batacazo de Estepona (17 de Agosto), no tenía pensado volver a competir hasta el olímpico de Barcelona (5 de Octubre), así que me tomé una merecida semana de descanso para volver al trabajo de una manera muy progresiva. La primera semana de vuelta al trabajo, sólo me dediqué a nadar. No cogí la bicicleta hasta dos semanas después del triatlón de Estepona, ya metido en Septiembre.

Una semana después (6 de Septiembre) se celebraba el Triatlón de Ribadesella, con tres distancias: Sprint, Olímpica y Media. Aprovechando que Ribadesella está a 15' de la puerta de mi casa en Asturias y movido por las ganas de saber hasta que punto el descanso me había afectado, me apunté a este triatlón que no estaba en mi planning original. Mi idea era haber ido a Zumaia, triatlón en el que disfruté muchísimo el año pasado, pero con la incertidumbre sobre mi estado de forma me decanté por Ribadesella, no me apetecía cagarla en Zumaia.

La respuesta a la pregunta ¿Estaba recuperado de Estepona? se quedó sin responder del todo. Cuando llegue a narrar el sector de la bicicleta se entenderá. La natación fue la mejor de la temporada, salgo el 9º clasificado del agua con unas sensaciones inmensas durante este sector. La imagen de la transición llena de bicicletas hace que las dudas pre-prueba se me pasen de golpe y en un pis-pas estoy dando pedaladas.



La bicicleta son cuatro vueltas a un circuito muy duro, con una subida corta pero intensa, una bajada sin apenas dificultad técnica y, sobretodo, un tramo de enlace entre ambas totalmente indigno de un triatlón. Este tramo de enlace es, literalmente, un camino de cabras. Es el camino que utilizan los ganaderos de la zona para moverse, así que es una senda de tierra asfaltada de manera lamentable, con agujeros, baches, gravilla... Insisto, indigno de un triatlón y no se entiende que se diera luz verde al organizador para meternos por ahí. Bastante malo sería tener que pasarlo una vez, pero ¡cuatro! Además al ser vueltas tan cortas, enseguida estás doblando gente que va a paso de burra (no es su culpa, que quede claro) y este tramo es tan estrecho que es imposible adelantar sin jugártela. En definitiva un puñetero desastre. La moda de organizar triatlones está muy bien, pero se debe controlar más como se hacen las cosas. En esto responsabilizo al organizador, pero especialmente a los Jueces de la Federación, que supongo que inspeccionarían el circuito....

El caso es que en mi tercera vuelta, y tras pasar por enésima vez por un agujero, un bache, haber tocado tierra o vaya usted a saber que, pincho la rueda de atrás y me quedo sin poder terminar. Me da bastante rabia porque podría haber luchado por algo bonito (el top-ten estaba garantizado). Ni que decir tiene que no volveré mientras el circuito no se cambie.

A efectos de valorar mi estado de forma si que me vino bien. Al salir tan bien del agua y ser una bici tan "especial" fui solo la mayor parte del tiempo, y las sensaciones fueron buenas. Al haber descansado casi dos semanas estaba falto de fuerza. Pero en esto es mejor noticia estar corto de forma que pasado. Me jodió irme sin correr, ya que desde Alcázar de San Juan no hacía una carrera a pie decente y habría que irse a Sevilla para una sobresaliente. 

De esta forma entré en la última fase de la temporada con la vista puesta en Barcelona, para lo que me quedaba un mes de últimos esfuerzos.   

sábado, 18 de octubre de 2014

Triatlón de Estepona

Y llegó el fin. En Valladolid había saltado el piloto de la gasolina y no le hice ni puto caso. Me planté en Estepona dos semanas después, pensando que los 10 días que había estado en Asturias dando caña me servirían para olvidar/recuperarme de la sensación de agotamiento en Valladolid. Pero después de este triatlón (en realidad durante él, que coño) aprendí que llega un punto en que el cuerpo necesita descanso, que la solución no es meterse puertos de montaña, cuestas, cambios de ritmo... muchas veces la clave es parar una semana y empezar progresivamente de nuevo. Eso es lo que hice después de Estepona, ya sabéis, la letra con sangre entra.

El dia anterior en Estepona, donde terminamos durmiendo en el coche, da para un libro también. No quiero utilizar como excusa este hecho, porque el desmoronamiento esteponero hubiese llegado de igual forma.

Del triatlón poco que decir, la natación la volví a hacer muy bien, muy cerca de mi compañero de equipo Jorge Sanz (al que di caza a la salida de la transición), pero en el momento en que pongo un pie en la playa... se acabó lo que se daba. En la bici intento engañarme a mi mismo en los primeros kilómetros, con una salida fuerte. Pero la realidad y, sobretodo, las piernas que queman como si estuviese subiendo el Angliru, me hacen girar la cabeza y dejarme cazar por Jorge, con el que hago el resto del sector ciclista... más por vergüenza torera que por fuerza y ganas.


Corriendo no cambian mucho las cosas, salvo los muebles porque es mi "especialidad" e incluso me fuerzo en penar un poco en el último kilómetro para ganar a un par de competidores.

El tópico sería ahora decir "triatlón para olvidar", pero para mi (visto como he terminado los dos triatlones de Octubre) es justo lo contrario. Este triatlón me sirvió para darme cuenta (a base de una buena hostia) que en una temporada tan larga, tan bueno es saber sufrir como saber descansar.

Después de una semana de vacaciones con buenos amigos, volví a retomar el entreno de manera gradual, pensando en el triatlón Garmin de Barcelona, aunque como contaré en la próxima entrada Ribadesella se coló entre medias.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Triatlón de Valladolid

3 de Agosto. Conviene recordar la fecha, porque con el retraso que acumulo con esto de las crónicas puede parecer que he pasado el verano en blanco... cuando no he parado de hacer cosas.

El caso es que aparecía por Valladolid después de dos buenos triatlones en Julio (Alcázar y Deltebre) y una semana después de mi primera travesía a nado (quién me lo hubiera dicho hace 3 años): 3500 metros para bajar el Sella a nado. Con estos buenos antecedentes llegué a Valladolid, un triatlón maravillosamente organizado, en el que realmente uno puede concentrarse exclusivamente en competir.

La natación (750 metros) salía desde la Playa de Las Moreras y tras un ida y vuelta por el Pisuerga se pisaba tierra firme para pillar los ciclos. Tras el calentamiento de rigor, se da la salida (sin neopreno), en el único punto negro de la organización, que nos tiene más de 10 minutos mareándonos de arriba a abajo por la playa hasta que nos dejan meternos en el agua. Este segmento vuelve a ser una muy buena noticia, salgo del agua una vez más a pies de mi compañero Jorge San Martín "El Becario" tras pegarme a sus pies como si no hubiese dos sectores más.



Esto me permite, una vez más, chuparme todo el sector de ciclismo (20k) en un buen grupo ciclista que me permite ir relativamente tranquilo. Así que mi moral en ese momento está por las nubes. La bici es bastante "fácil", yendo en grupo la vida está resuelta. Vuelvo a tener un poco de mala suerte (como en Deltebre) en el último giro se me sale una zapatilla de la cala y se me escapa un poco el grupo. El calentón que me meto, no es para nada el ideal de cara a bajarse de la bici...


Me bajo a correr (5k) y aquí, amigos, es donde empieza mi cuesta abajo (que se acabó de concretar en forma de hundimiento en Estepona) debido sin duda a la acumulación de esfuerzos de esta gran (pero larga) temporada. La carrera a pie no va nada bien, a pesar de que se ajusta a mis condiciones como anillo al dedo, con bastantes giros y cambios de ritmo. Sufro para hacer al menos un parcial digno (por debajo de 4' el kilómetro) y llegar a meta con gas para un último sprint, pero contento por los segmentos de natación y ciclismo.

Dos semanas después estas malas sensaciones a pie se extendieron también a la bici en Estepona, pero eso ya es otra chapa distinta...

domingo, 31 de agosto de 2014

TriLimit Deltebre

Tras mucho tiempo desaparecido debido a la temporada vacacional, retomo el primero de los tres triatlones 100% veraniegos en los que participé: El TriLimit de Deltebre (Tarragona) en distancia sprint y donde conseguí mi mejor clasificación desde que empecé en esta historieta del triatlón.



Acudí a esta prueba en compañía del recién estrenado triatleta Christian (véase foto superior), que se había quedado con ganas de más tras su debut en tierras barcelonesas. Yo lo hacía en un momento de forma bastante bueno, pero con algunos síntomas de agotamiento que en Agosto acabaron por superarme... pero eso es otra movida que ya tendré tiempo de contar.

El triatlón se celebraba en la localidad de Deltebre, que como su propio nombre indica, se sitúa en el delta del Ebro, a unos 10 km de su desembocadura en el mar. La natación se celebró en el propio rio, y se convirtió en el gran enemigo de los triatletas, con una corriente adversa bastante considerable. Hace 3 años en Talavera, el rio Tajo en circunstancias similares, pudo conmigo. En esta ocasión conseguí salir el 14º del río, lo cual refuerza mi convicción de que puedo llegar a nadar bastante bien si sigo por este camino. El tiempo en el agua (poco relevante dada la dureza del nado contracorriente) fue de 17'35". Contento, pero con los brazos reventados, y tras una transición difícil de mejorar, cogí la bici... más solo que la una.

Esto hace que el principio de la bici sea más bien pestoso, ya que se trata de un circuito paralelo al río durante 10 kilómetros y vuelta. Aproximadamente en el tercer o cuarto kilómetro engancho un buen grupo de otros 4 triatletas en el que puedo relajarme y descansar las patas. Pero la mala fortuna se me aparece en este triatlón en forma de salida de cadena tras el giro de 180º, lo que me hace perder este grupo en el que viajaba tan cómodamente y tenga que hacer la segunda mitad del sector ciclista en modo contrarreloj, gastando bastante más de lo que hubiera hecho en grupo, pero con un buen rendimiento: 34'10" en 20k con parada de un minuto incluida.

Al bajarme a correr son ya casi las 12 de la mañana y el calor es ya sofocante, acompañado por un sol en su versión más hijoputesca. Las sensaciones no son super, pero viendo que remonto unos 6-7 puestos y que al final mi parcial fue el cuarto mejor de la prueba, queda claro que el calor le pasó factura a todo el mundo: 20'08" en algo más de 5k para terminar la prueba séptimo, mejor resultado de mi prometedora carrera como triatleta.



Enhorabuena a Christian que fue capaz de superar la dureza del Ebro y completar su segundo triatlón. En Barcelona el 5 de Octubre volveremos a vernos para la fiesta del Garmin.

 

viernes, 18 de julio de 2014

Triatlón de Alcázar de San Juan 2014

Repitiendo la misma jugada de la misma temporada, tras el buen sabor de boca de San Sebastián me fui (una semana después) al Triatlón de Alcázar de San Juan. Se trata de un triatlón al que tengo mucho cariño, es junto con Fuente Álamo y Talavera en el que mas veces he participado (3). Está perfectamente organizado, no hay mucha gente (lo cual se traduce en mayor calidad de los participantes) y además se disputa en una distancia que se sale de los estándares (1-30-5'5). Además este año formé parte de una gran expedición C.T.O.A. con 5 participantes masculinos y 2 femeninos.

Mi carrera se resume echando un vistazo a la imagen debajo de este párrafo donde se puede ver la comparativa de mi participación del 2013 y del 2014:



En realidad podría dar por terminada esta crónica, pues el salto de calidad entre un año y otro es espectacular en todos los sentidos. Así como diría mi buen amigo Bernardo Schuster:


Peeeeero, como ha sido otro triatlón redondo dentro de esta gran temporada, me parece justo recalcar la mejora en el agua (2'12" mas rápido es algo bestial), donde tras pasar la primera boya voy a pies de Jorge "El Becario" (un chavalín de 22 años de mi club que es un fuera de serie) y eso me ayuda a venirme arriba todavía más.

Llego a los boxes después de esta gran natación junto con el Becario y allí está también Jorge Sanz (otro muy buen nadador del club) y juntos nos ponemos a comandar un grupo de unas 30 unidades. Poco a poco perdemos el protagonismo inicial en este grupo y - yo particularmente - me dejo caer a posiciones más cómodas. El buen trabajo de este grupo nos permite enganchar a otro pelotón que avanzaba delante nuestra, formando el pelotón más importante de la carrera, con unos 60 triatletas. Con este enorme grupo llego a Alcázar a la segunda transición, con buenas sensaciones y sobretodo muy contento por haber ido con mis dos compañeros en el pelotón.




Me bajo a correr y, ya desde el principio, mi gran referente (Becario) se muestra con más fuerza y más piernas que yo. Salgo no todo lo fuerte que esperaba (¿Secuelas de San Sebastián?) y a pesar de mantener un buen ritmo, no corro todo lo bien que podría esperar. Lo cual viene a demostrar que no existe la carrera perfecta, por mucho que esta se acercara bastante. Corro los ¿5.500 metros? (yo creo que un poco menos) en 19'31" y termino el triatlón en 26ª posición (frente a la 73ª del año pasado), con la motivación por las nubes.



Según escribo estas líneas mi temporada veraniega comienza a tomar forma, con tres nuevos triatlones en el horizonte. En dos días, en Deltebre (Tarragona) al lado de mi buen amigo Christian (que ya se está enganchando a esto también) y en Agosto visitando Valladolid y Estepona, todos en categoría Sprint que el verano es para disfrutar también. 
 

lunes, 7 de julio de 2014

XXIX Triatlón Internacional de San Sebastián

Terminaba la anterior entrada del EcoTrimad contando que dado el buen resultado de Donosti, me apetecía poco hablar de lo que pasó en Buitrago y mucho de lo que pasó en la Concha. El fin de semana en Donosti fue una pasada, siempre que estoy por allí las ganas de quedarme (al menos una temporada) son enormes.

Llegué el viernes por la tarde con un tiempo estupendo que duró hasta el sábado a media tarde. A partir de las 4 de la tarde del sábado se levanta un viento y empieza a llover como si no hubiese un mañana. El domingo por la mañana, que es cuando se celebra la prueba, cae el típico mojabobos (o txiribiri que dirían los vascos) pero el viento ha bajado bastante.

Dejo las cosas en el box, me calzo el neopreno y me bajo a calentar (volviendo a las buenas costumbres de esta temporada, perdidas en Buitrago) al agua. En el momento de meterme a calentar la lluvia y el viento aprietan un puntito más. A las 9:30 en punto (así da gusto, joder) se da la salida a los 1500 metros de natación, 40 kilómetros de bicicleta y 10 de carrera a pie.

El 1500 en la Concha es una pasada. Natación rozando la perfección (dentro de mis estándares, entiéndase), con unas sensaciones bárbaras en todo momento y saliendo con fuerza del agua. Muy, muy contento con este sector de la natación, que me esta llevando a ser muchísimo más competitivo en esto del triatlón. Al final 24'55" haciendo el parcial 165 de 839 participantes. El año pasado, en estas mismas aguas, me fui a 27'10" (parcial 329).

La bici la empiezo sin darme cuenta de que está soplando un viento de narices (no como el sábado, pero suficiente para sacudir la bicicleta) y a partir del kilómetro 10 la lluvia se cuela también en la fiesta. La bici se convierta en una cuestión de supervivencia, especialmente en la peligrosa baja del Igueldo, donde más de uno y más de dos prueban el asfalto. Mucha agua, más viento, más aceite... pésima combinación. A pesar de todo esto, consigo hacer el parcial de bici mejor (cuestión de segundos, pero mejor) que el del año pasado: 1h22'17" este año por 1h22'25" del año pasado. La diferencia de dureza se refleja en que el mismo parcial me lleva a hacer el parcial 288 este año por el 387 del pasado.



Cuando llego a correr a La Concha, deja de llover y se asoma el sol... manda huevos. La carrera a pie está llena de altibajos, con muy buenas sensaciones en determinados momentos y crisis (especialmente por el puñetero flato) en otros. Al final 39'22" (Parcial 89) por los 39'52" (Parcial 118) del año pasado. Aún lejos de mi nivel real en la disciplina, pero que coño... 30" mejor que hace un año y con momentos de correr realmente a gusto.


Al final consigo rebajar mi tiempo del año pasado en 2'53" parando el crono en 2h26'35" en el puesto  175 de 839 participantes. ¿Hay que mejorar? Por supuesto. ¿El año pasado quedé en el puesto 281? Tan cierto como lo anterior. ¿Con que me quedo? Con una ración de las dos cosas, pero sobretodo con la sensación de que el norte y en particular Donosti siempre sacan lo mejor de mi.


De esta forma terminaba mi primer triatlón olímpico de la temporada. Gracias a mi madre por la compañía todo el fin de semana y a todos los donostiarras que se vuelcan con este triatlón de una manera espectacular. ¡El año que viene más y mejor! Eskerrik Asko!


miércoles, 2 de julio de 2014

EcoTriMad Sprint 2014

Incluyo esta crónica por mantener un orden cronológico y porque nunca he dejado de contar un triatlón desde que empecé en esto... pero es un triatlón a olvidar. O quizás no, a lo mejor es un triatlón para recordar por lo malo. Estoy escribiendo esto apenas 3 días después del Triatlón de Donosti que tan buen sabor de boca me ha vuelto a dejar, así que voy a pasarlo rápido para poder escribir lo antes posible sobre Donosti y dejar esta crónica en un segundo plano.

Venía de un mes de Mayo perfecto, con competiciones redondas (incluso vestido de vaca), pero mis obligaciones académico-profesionales me obligaron a bajar el pistón más de la cuenta (sobre todo la bici, que necesita sus buenas horas de dedicación) y llegar a este triatlón bastante flojo. Se trataba más bien de un triatlón para volver a competir y de alguna manera certificar que los estudios se habían acabado. Con todos estos ingredientes y la cabeza más puesta en Donosti que otra cosa, la cosa no pintaba bien...

... Y salió peor. Quizás el recuerdo de Sevilla estaba demasiado fresco, pero lo cierto es que desde que me tiro a nadar (primera vez esta temporada que me tiraba sin calentar antes) el cuerpo ya da malas señales: respiración muy entrecortada, brazos de cemento desde la primera brazada... Salgo del agua sin un tiempo excesivamente malo (13' y medio) pero lejos del salto de calidad demostrado este año.

La transición es un infierno, desde una rampa de arena al salir del agua que empieza a poner el corazón a mil, pasando por un sube y baja hasta la bici de no menos de 300-400 metros y terminando con otra subida con la bici a rastras hasta poder ponerse a dar pedales.


La bici, con diferencia, lo peor del día. Nada de piernas desde que me subo y la cosa no mejora un ápice con el paso de los kilómetros... Mejor no recrearse en esto, no había piernas y punto.

La carrera a pie, pues muy lejos también de lo que he hecho este año. Salgo absolutamente muerto y, para rematar, con muy pocas ganas de sufrir. Al final, con un par de últimos kilómetros buenos (en bajada) maquillo mi último 5000 sobre los 19' y medio.

Como dije el principio, desde que que cruzo la meta con ganas de olvidarme de este triatlón cuanto antes y empezar a pensar en Dosnosti, para lo que me quedaban dos semanas y por tanto un margen de maniobra considerable.

jueves, 19 de junio de 2014

Triatlón de Sevilla

Un mes después paso por aquí a contar lo que pasé en el triatlón de Sevilla. Se trataba de mi tercer fin de semana consecutivo compitiendo, después de Fuente Álamo y Canet. Llegaba con muchas ganas porque el momento físico y metal que atravesaba, con una confianza brutal en todos los sectores. Hace tiempo que dejé de ser un corredor que tenía que superar el agua y la bici, pero este año desde que me tiro a nadar estoy metidísimo en carrera. He pasado a ser muy ambicioso en el agua, donde antes me limitaba a verlas venir.

El horario de la carrera (12 de la mañana en Sevilla) no me hacía ser muy optimista con el tema del calor. Mi rendimiento en condiciones de calor extremos se ve claramente condicionado. Pero llegaba en un punto tan bueno que ni eso me preocupaba. Ni eso, ni que se nadara sin neopreno (que me sigue perjudicando claramente, he mejorado nadando pero no me he convertido en Michael Phelps).

A las 12 se da la salida conjunta a chicas y chicos federados y salgo nadando con buenas sensaciones. Las boyas son (como en cualquier tri) puñeteras a morir, pero se pasan sin grandes percances. Pasada la segunda boya me noto peor nadando, no voy cansado pero si algo más incómodo. Salgo del Rio Guadalquivir bastante más solo de lo habitual, lo cual en ese momento no sé si atribuir a algo bueno o malo. Completo el sector en 13'04", lo cual teniendo en cuenta que no he llevado neopreno y que he terminado nadando "mal" los últimos metros... esta de puta madre.

Transición muy muy rapida, salgo en solitario y enseguida me enganchan dos triatletas que van a ser fundamentales en mi carrera. Se ponen a tirar como dos verdaderos animales, al principio les doy un par de relevos, pero ralentizo tanto la marcha que me da hasta vergüenza y no vuelvo a tirar. A base de los santos cojones de estos dos tíos llegamos a enganchar un grupo de unos 15 triatletas que cuando salí de boxes parecían inalcanzables. Paso con este grupo la primera de las dos vueltas que hay que dar a un circuito llano llanísimo bordeando el Guadalquivir. Al pasar por allí un paisano nos empieza a gritar que el grupo de adelante nos saca 40". A mi esto me parece un mundo e irrecuperable, pero en cuestión de dos kilómetros nos echamos encima de ellos (de nuevo en gran parte gracias a los dos bestiajos con los que salí de boxes). Este grupo lo componen unos 40 triatletas, así que cuando les neutralizamos un kilómetro después somos un señor grupo de casi 60 triatletas.

Lo que queda de bici lo hago mucho mas tranquilo, pensando ya en la carrera a pie y por primera vez siendo consciente del calor que está pegando en Sevilla. El parcial de bici (incluidas las dos transiciones) sale en 32'39", una barbaridad. Me acabo de cascar una bici que ni en sueños. Me bajo a correr detrás de un chavalin que empieza con un ritmo altísimo....

... tan alto que llegados al segundo kilómetro empiezo a valorar dejarle ir. Hemos salido el y yo mano a mano dejando a los otros 60 compañeros de bici por detrás ya en boxes. Pero justo pasado ese segundo kilómetro empieza a fallarle el carburador, o la junta de la trócola, pero el caso es que sin yo cambiar de ritmo me voy de él. Muy a lo lejos empiezo a ver un grupo de tres triatletas y me pongo en modo persecución. Ya en recta de meta consigo adelantar a dos, el tercero se escapa vivo por apenas dos segundos. Cruzo y me encuentro con una estampa muy similar a la de Andorra 2012, apenas unos 5-6 triatletas a la vista. Sé que he corrido muy bien (17'56" el 5000) pero no esperaba estar tan arriba... Puesto 11 de 763 participantes en categoría Sprint con un tiempo de 1h03'39".


Se trata de mi mejor triatlón hasta la fecha y me llegó en un momento y (sobretodo) en un sitio donde no podría haberlo esperado. Ni siquiera teniendo en cuenta todo lo que he contado al principio de buenas sensaciones y confianza. La pena es que mis obligaciones académico-profesionales me han mantenido este mes más alejado de los entrenos de lo que me pedía el cuerpo desembocando en el pinchazo de Buitrago de la semana pasada... pero eso ya es otra historia.

domingo, 25 de mayo de 2014

Canet d'en Berenguer

Metido ya en dinámica de triatlones, tocaba volver a la competición por equipos. En esta ocasión por partida doble: el sábado la Copa del Rey de Triatlón (Triatlón Sprint en formato de contrarreloj por equipos) y el domingo al Campeonato de España de Triatlón por Relevos (3 relevistas y cada uno hace un Triatlón SuperSprint).

Copa del Rey de Triatlón (Sábado)

La configuración del equipo para el sábado varió un poco respecto a Noia (Campeonato de Duatlón por equipos). En este caso los 6 integrantes del Drink Team fuimos: Godoy, Núñez, Lamela, Pacual, Sanz y servidor. El día anterior habíamos practicado la táctica de agua, que consistía en que Godoy y Pascual empujaran a Núñez (el más flojo en al agua) mientras que Lamela, Sanz y un servidor abríamos camino. Que bonito y claro queda todo en la teoría.

Pero ¡ay amigo! en la práctica... De entrada a Javi le pasa algo similar al año anterior, entra en el agua y se le produce un corte de digestión que hace que vaya muy mal toda la natación. Así que el equipo se rompe demasiado pronto, con Jorge y servidor a nuestra bola por delante intentando controlar a Antonio en todo momento pero nos empieza a adelantar tanta gente que es un caos.

A malas llegamos a la orilla (aún con todo mucho mejor que hace un año en Águilas) y nos dirigimos a las bicis. Cuando llegamos a cogerlas a Javi le viene a visitar Don Vómito. El resto nos quedamos paralizados, entre el susto de verle así y no saber si dejarle allí o esperar. Al final el tío le echa dos cojones bien puestos y seguimos todos juntos.

El sector a bici sale bastante mejor que el agua, la primera vuelta me encargo yo de marcar el ritmo siempre procurando que Antonio (que es el que peor ha salido del agua) recupere fuerzas. En la segunda vuelta sigo tirando yo pero con relevos muy buenos de Pascu y de Godoy que me permiten descansar. Con mejores sensaciones al final llegamos a encarar el último segmento.

Pascual (que arrastra una lesión) no se baja a correr, así que quedamos cinco. Jorge no ha tenido mucha opción de entrenar esta temporada así que a priori era del que había que estar más pendiente. Empiezo empujándole ya que va algo más flojo, pero según pasan los kilómetros pasa a dar muchas mejores sensaciones. Al final es Javi el que va algo más justo (normal, teniendo en cuento lo que ha soltado en la T1) y al llegar en el último esfuerzo, demostrando que se ha dejado todo, vuelve a dejar algo de comida por la zona de meta.

Gran esfuerzo colectivo en una carrera bastante mejor que la de hace un año. Al final, fotón con todos los demás equipos C.T.O.A. de la competición, con circulo rojo los "drinkers":


Triatlón por Relevos (Domingo)

Las noticias sobre esta carrera llegaban el mismo sábado al terminar la Copa del Rey. Núñez esta K.O. Ya venía tocado (un virus) y el esfuerzo le impide competir. Por suerte Jorge cubre su lugar y podemos competir. El otro integrante del equipo de 3 es Ricardo, un 'chaval' nuevo del club que esta cogiendo con mucho gusto esto del triatlón y que dará que hablar. El mejor resumen de nuestra competición la filma Núñez con su cámara GoPro, aquí queda el resultado:


Mi carrera en particular (300-8-2) fue muy, muy buena. Nado muy bien (aún no lo suficiente, pero por el buen camino mostrado en Fuente Álamo) pero pierdo el grupo bueno por apenas unos segundos. Me quedo en un grupo más atrás con el que recorro los 8 kilómetros para bajarme a correr con muchas ganas.

Corriendo me siento pletórico y consigo realizar una remontada espectacular remontando a gente que se ha bajado a correr un minuto antes que yo (en apenas 2 kilómetro de carrera). Sensaciones muy buenas para continuar con el subidón que llevo en este principio de temporada, con una mejoría notable en el agua, pero también en bici y corriendo (el año pasado no anduve muy fino con los pies).



Mis compañeros del relevo completaron más que dignamente la faena para dar cierre a este pedazo de fin de semana (en realidad 24 horas) de triatlón. Sin tiempo para recrearse tocaba empezar a pensar en Sevilla, el primer triatlón nuevo de la temporada.

Gracias a Jorge y a Pascu por las 'peazo' fotos.



lunes, 19 de mayo de 2014

XXV Triatlón de Fuente Álamo

Y como manda cualquier aniversario, tocó celebración. Y no solo después de la prueba (que también) si no especialmente durante la misma. Mi club ha mantenido siempre una estrecha relación con el organizador de este triatlón. Durante los últimos años siempre hemos sido “los responsables” de animar el triatlón de una forma u otra. Este año se decidió apostar por recuperar los encierros de San Fermín, y a falta de disfraz de toro, ocho miembros del club nos disfrazamos de vaca para completar la distancia de 750-24-5.


¿Cómo afectó esto a mi carrera? Para nadar, en absoluto. Para andar en bici, algo más, pero nada del otro mundo. Para correr quizás algo más, debido a la presión testicular que el traje de vaca ejercía. Donde noté mas la pérdida de tiempo fue en las transiciones, os invito a poneros un disfraz de vaca mojados cubiertos de agua marina y arena... 

Pero el efecto positivo del disfraz también fue incuestionable. La gente animándome a saco (aunque en lugar de Tarno te llamen vaca o vaquita) y la propia motivación (especialmente en bici) de ir adelantando gente sin parar mientras subía el puerto y pensar: ¡Lo estoy haciendo disfrazado de vaca! Hasta que corono el puerto debo adelantar al menos 50 personas, luego bajando toca prudencia que la cola coquetea peligrosamente con meterse en las ruedas.

Parecería que de una prueba así, poco análisis competitivo se puede hacer, pero nada mas lejos de la realidad: ¡Pedazo de natación que hice! Hace un año, en unas condiciones muy similares y con el único pero de que salía algún metro más (se hablaba de casi 800 metros de natación) nadé en 15’. Este año con 750 metros ‘clavaos’ me casqué 12’17”. Llevado a 800 metros hubiese supuesto poco más de 13 minutos. Esto es una rebaja de 2 minutos en un año. Salgo delante de muchísimos compañeros de club, es más, salgo el primero de mi club si no tenemos en cuenta la categoría élite... Bestial, solo con esto ya me iría contento.

Pero es que la bici también fue muy buena. Ya he dicho que subí el puerto encendido y salvo el paréntesis de la bajada y de la (lógicamente) penosa primera transición, el sector fue también de nota. La carrera a pie entre el apriete testicular y el flato (siempre aparece en Fuente Álamo) pues fue bastante más discreta (a pesar de todo salió a 20' pelaos, lo que teniendo en cuenta que en algunas fases sentía que iba parado...). 

Así pues todo buenas noticias en el primer triatlón de la temporada. Salí a divertirme vestido de vaca y a pesar de todo competí a un altísimo nivel. Casi sin tiempo de disfrutar del buen sabor de boca que me dejaba este triatlón  y de la fiesta y paella posteriores con la expedición C.T.O.A. desplazada, tocaba empezar a pensar en el doblete de Canet de una semana después. Pero eso es ya otra historia...

jueves, 10 de abril de 2014

Campeonato de España de Duatlón Avilés 2014

El pasado sábado 5 de Abril participé en la primera gran prueba (tanto por el nombre de la misma como por las ganas que le tenía) de la temporada: el Campeonato de España de Duatlón en Avilés. Uno de los principales atractivos de esta prueba es que era en Asturias, así que tras pasar la noche del viernes en mi pueblín y una hora de viaje nos plantamos en el Centro Niemeyer de Avilés, centro (valga la redundancia) neurálgico de la competición. Sin duda un acierto de la organización.


La competición era a las 17,30 y el día acompañó (no llovió y la temperatura rondó siempre los 20º). Casi sin darme cuenta, estoy a escasos segundos de darse la salida. La distancia de esta prueba es totalmente nueva para mí y, sinceramente, asusta: 10k corriendo más 40k de bicicleta (llana, gracias a Dios) y terminando con 5k más de carrera a pie. A pesar de esto, estoy con ganas. He entrenado bien y tengo en la cabeza muy claro no “acomodarme” en el primer diez mil. Se da la salida y enseguida queda claro que esto es un Campeonato de España. La gente sale a todo rabo y yo con ellos. No llevé reloj, pero raro será que ese primer kilómetro no haya rondado los 3’15”-3’20”. A partir de aquí, la carrera se estabiliza y empiezo a encontrar unas sensaciones tremendas. 


Poco a poco voy cazando gente, sé que voy rápido pero no quiero regularme, me encuentro realmente bien, como hacía mucho tiempo. La última vuelta (de 4) es la mejor de todas y es aquí (a toro pasado es fácil verlo) donde creo que me calenté de más. Entro en boxes muy solo, con la mejor noticia del fin de semana, acabo de batir mi mejor marca personal en un 10.000: 35’07”!!! Esto lo averigüé después, claro está, pero ya en ese momento sabía que había corrido mucho y bien.


Me subo a la bici y enseguida me dejo cazar por un grupo que viene por detrás. De este segmento poco que contar hasta el kilómetro 30 (aprox.) donde empiezo a notar los primeros síntomas del pedazo 10.000 que me he cascado y el grupo en el que voy acaba por sacarme de punto. Tras unos 3-4 kilómetros en solitario (que me vienen muy bien para recuperarme) me traga otro pelotón que me lleva hasta boxes. Este segmento (que al final es de 37k) sale en 1h01’ a unos 36kph.


La cruda realidad llega al bajarme de la bici. Ahí aparecen todos los males de golpe: calambres, dolores y flato… el combo perfecto. Corro prácticamente cojo los primeros 2,5k pero poco a poco consigo quitarme de encima el flato (que es lo más molesto) y espoleado por un competidor de mi grupo de edad que acaba de adelantarme, me pego a él para en un sorprendente último cambio de ritmo (me cabrea darme cuenta que sin el flato hubiese corrido muy bien este último sector) conseguir terminar en 22’15” (casi a 4’30” el kilómetro frente a los 3’30” del primer 10.000), no tan cansado como dolorido y en un tiempo total de 1h58’39”, en 16ª posición de mi grupo de edad.

A pesar de que a nadie le gusta pasar las penurias del último tramo de carrera, debo decir que la sensación que me llevo es muy positiva. Solo el primer 10.000 me deja tremendamente feliz, no recordaba ya una prueba con unas sensaciones tan buenas y encima tirando yo solo en todo momento. Es cierto que hipotequé el duatlón, como queda claro con ese último 5000, pero que me quiten lo bailao. Si repito experiencia en años venideros, tengo claro que plantearé la carrera a de otra forma, pero para un debut me voy contentísimo y con marca personal. La bici me costó mucho, pero es cierto que fue  casi al final cuando cedí, necesito practicar más las arrancadas en seco. Y por último me quedo con la actitud al final de la prueba, luchando hasta al final por un puesto (16º suena mejor que 17º y más como lo conseguí).

Dejo el penúltimo párrafo para acordarme de Yolanda, que consiguió ser subcampeona de España en su grupo de edad en una demostración de que en estas pruebas tira más la cabeza que las piernas. 

Y el último párrafo para declarar como cerrada la pre-temporada (los duatlones, vaya) y a pensar desde ya en Fuente Álamo, prueba con la que abriré por tercera temporada consecutiva la temporada de Triatlón. ¡Qué ganas!



lunes, 7 de abril de 2014

Campeonato de España Duatlón Contrarreloj por Equipos

De nuevo una buena reunión de amigos en la primera participación de la temporada en un duatlón por equipos: Campeonato de España en modalidad de Contrarreloj por Equipos (Noia, 22 de Marzo). La foto justo debajo de este párrafo coincide prácticamente con la que nos sacaron hace unos 10 meses en Águilas (Copa del Rey de Triatlón). Jugando a las diferencias, incorporamos a Godoy y perdimos a Sanz (por imposición laboral) y a Pascual (lesión). Así pues nos plantamos en la plaza de Noia (de izquierda a derecha en la foto): Godoy, Tarno, Garrido, Lamela y Núñez.



Las circunstancias (prefiero no entrar en este tema, que me caliento) hicieron que ningún competidor del equipo élite masculino (no así las chicas, desde aquí mi reconocimiento por ellas, que siguen demostrando que les mueve el amor a este deporte) “pudiera” ir a competir. Así pues, el equipo de la foto superior fue el representante en categoría élite del C.T.O.A. Quedamos últimos a más de 4 minutos del penúltimo, pero el orgullo que sentí al bajarnos a correr el último segmento a pie y en el momento de entrar a meta os aseguro que no lo sintieron ni los de Mallorca (ganadores finales).

La carrera fue, como en todas las experiencias por equipos, entretenidísima de principio a fin. La estrategia era clara, Javi debía marcar el ritmo en la carrera a pie y en bici (un circuito duro, con tres vueltas de continuo sube-baja sin mucha tregua). Los demás debíamos ayudarle en la medida de lo posible, especialmente en los tramos de subida con la bici donde peor lo podía pasar. Y así lo hicimos, respetando la táctica a morir. Al cruzar la línea de meta todos nos abrazamos con Javi en medio, nuestra manera de reconocer su señor duatlón: se dejó todo lo que tenía.

En lo personal fue un entrenamiento muy bueno, aunque lo pasé algo mal bajando en la segunda vuelta de la bicicleta (apareció la lluvia). En general bajé tranquilo con la bici y me noté con más confianza (cada prueba un poquito más) pero aún entro con algo de canguelo en las curvas. Progresa adecuadamente, como nos decían en la EGB.


Esto me dejaba a dos semanas vista de mi gran objetivo de esta primera mitad de la temporada: el Campeonato de España de Duatlón en Avilés.

miércoles, 2 de abril de 2014

Rogaine La Berzosa

Terminaba mi crónica sobre el duatlón de Alcobendas diciendo que nos habían convencido (mi compañera Nuria del C.T.O.A.) a Antonio y a mi para volver a los Desafíos Liga Centro a los que sinceramente no creía que fuera a volver en una temporada, más que nada por mi mala experiencia en el Valle de Iruelas el año pasado.

El caso es que Nuria había convencido a otro compañero (Nacho Merejil, que cuenta su experiencia aquí) para rivalizar con nosotros. Al final fueron la mejor pareja mixta de la competición... para los que conocemos a Nuria poca sorpresa, aunque creía que con el rollo de la orientación bajarían el rendimiento. Así que para La Berzosa nos fuimos los cuatro.

Antes de empezar, tengo que recordar que Antonio y yo habíamos tenido una flor en el culo hasta ahora en le tema este de orientarnos (y digo habíamos por lo que vendrá a continuación). Nunca nos preocupamos de llevar una brújula y siempre tiramos de algo intuición y de mucho físico (el camino más largo es el más seguro), aparte de la suerte mencionada (como olvidar aquella baliza en Toledo en medio de un parque). Pero esta competición era diferente. Aquí no había pruebas ni BTT, sólo pura carrera de orientación y por todo el bosque de La Berzosa, así que nos decidimos a comprar una brújula y quedamos el día anterior para aprender a usarla por las calles de Alcorcón... impagable la cara de la gente al vernos corriendo con una brújula y un mapa por Las Retamas.

Así que pensábamos que para el gran día estaríamos más que preparados. En honor a la verdad debo decir que el desastre final no fue debido a la brújula, que llegamos a usar dos veces y en los dos casos nos sacó del apuro.

El arranque de la competición fue muy bueno y para el final de las dos primeras etapas habíamos conseguido un buen resultado (lo esperado, una baliza puñetera nos privó de algunos puntos más pero  en línea con lo que solíamos hacer en otros raids). La tercer etapa era la definitiva, con unos 30k de recorrido (óptimo si se cogían todas las balizas) y 4h30' para completarlo (la salida se daba a la una y media tras 15' de descanso).



Empezamos bien, con tres balizas en 30', pero a partir de la cuarta que se nos atraganta más de la cuenta se empieza a complicar la cosa. La tarde empieza a ser muy calurosa y nos vamos quedando sin agua (yo tiraré de agua estancada que me podría haber dejado atado a la taza del wáter, pero por lo menos en eso tuve suerte), aparece la fauna de la zona (yo me topé con los padres de Bambi y Antonio con una culebra más perdida que nosotros) y las balizas caen a un ritmo más bajo de lo deseado. Al menos vamos sumando puntos, no para hacer una gran actuación pero si para cumplir... para tener anécdotas vaya, pero todo esto quedará en agua de borrajas.

A falta de una hora estamos bastante lejos, pero nuestro ritmo de encontrar balizas ha subido y acabamos de sumar casi 30 puntos en apenas 15'... y es entonces cuando se nos fue la olla.

Como luego descubriríamos estamos aproximadamente a 5 kilómetros en línea recta y con las prisas por volver empezamos a tirar como locos, pensando que el físico nos sacará una vez más del apuro. Pero... esta vez no. Si hubiéramos perdido un par de minutos en establecer bien la dirección... en fin.

El caso es que nos dan las 6 (hora de cierre, cada minuto de retraso 2 puntos menos) y aparecemos en ¡Torrelodones!, todavía mas lejos de la meta que 15' atrás. La hostia, vamos. Tras un momento de bajonazo del copón, por primera vez en el día actuamos con sangre fría. Somos conscientes de que vamos a llegar muuuuuuy tarde, pero para reducir el daño decidimos tirar hacia la vía de servicio de la A-6 y asegurar (básicamente intentar llegar antes de las 7) que al llegar todavía hay alguien...

Tras un último esfuerzo titánico, recorriendo unos 8k en apenas 35' (tras 6h30' de competición bajo el sol) llegamos bajo el aplauso (irónico de algunos cabrones pero sincero de otros muchos) de la gente que queda allí. Volviendo ya nos hemos cruzado con un par de coches con gente del raid volviendo a casa. La última bofetada nos está esperando al llegar a descargar nuestros puntos... resulta que si te vas más allá de y media no hay descuento en puntos si no que te vas a la puta calle. Vamos, que nos hemos cascado un palizote de la virgen cuando podríamos haber vuelto en autobús (ya puestos...).

En fin, a pesar de que puedo sonar pesimista y cabreado, me lo pasé de puta madre y repetiría aún sabiendo que me iba a pasar lo mismo. Desde aquí mi reconocimiento (que sabe que lo tiene) a mi compañero Núñez... somos el hambre y las ganas de comer, pero volveremos!!!

Salud y Cero Grados!!

jueves, 20 de marzo de 2014

Duatlón de Alcobendas 2014

Este pasado 9 de Marzo tocaba volver al duatlón después de un mes justo (Luanco). En esta ocasión Campeonato de Madrid en Alcobendas con todos los gallos en la línea de salida, incluido el campeón de 3000 obstáculos Martín Berlanas (ganador a la postre).

En esta ocasión mas que centrarme en mi carrera me gustaría llamar la atención sobre esa pandemia que se extiende en este mundo del du/tri en el que un competidor llega a recoger su dorsal una hora antes y finalmente toma la salida de casualidad. Esto me pasó a mi y a muchos competidores que tuvimos que esperar media hora de cola para recoger el dorsal y casi diez minutos para entra en boxes. Y todo esto con 9 personas con la titánica labor de leer tu nombre, cotejarlo con tu dorsal y darte la bolsa con tus cosas... Increíble.

Sobre mi carrera... me sentí muy flojo en la carrera a pie. Este sentimiento se acrecentó seguramente por el hecho de que los primeros clasificados corrieron en 15' y claro, ves que se te van con una facilidad pasmosa. Aún así corrí más a disgusto y más lento que en Luanco. Termino en 18 pelaos para coger la bici (buena transición, eso si) y encontrarme de bruces con un recorrido más exigente de lo que esperaba.

La bici es un continuo sube-baja muy pestoso, donde seguir rueda es muy difícil. Aún así recuperé mucha confianza en las trazadas, especialmente en las infinitas rotondas del recorrido, lo que probablemente sea la mejor noticia del duatlón. Me bajé a correr como en Luanco, demasiado solo como para remontar lo suficiente. Pero aún así terminé adelantando a unos 5 competidores en unos últimos 2500 metros sólidos (9'20").

¿Me fui satisfecho? Los duatlones son lo que son, carreras de pretemporada, así que es lógico sentir todavía que falta chispa en muchas cosas (la bici especialmente). Pero como referencia para saber como me voy acercando a la temporada de triatlones es muy buena, teniendo en cuenta que aún quedan un par de meses para empezar lo bueno.

Poco después de terminar la carrera decidí volver a los Desafíos Liga Centro en orientación, pero eso en la próxima crónica...


viernes, 28 de febrero de 2014

X CombiDos Torrejón de Ardoz



Un par de imágenes valen más que mil palabras. Además estoy con pocas ganas de escribir. Carrera por parejas de 25k (5 vueltas de 5k) en el que siempre se debe ir juntos, uno en bici y el otro corriendo. Con la inestimable colaboración de mi compañera de club Yolanda conseguimos ser terceros (parejas mixtas), y cuando se sube a un podio lo de las sensaciones en carrera y tal... pues importan bastante poco.

La próxima, Alcobendas, donde volverá la crónica estándar de sufridor...

martes, 25 de febrero de 2014

III Duatlón Villa Marinera de Luanco

Primera competición del año 2014 y primer duatlón individual (salvo por el impuesto en Andorra) desde el Campeonato de Madrid en Rivas en el 2012. Tenía dudas de si debutar tan pronto (apenas han pasado 4 meses desde que cerré la temporada 2013 en Gijón) pero las buenas sensaciones que estoy teniendo en la carrera a pie merecían ser puestas a prueba. Y que mejor que volver al Paraíso Natural.

Antes de salir tenía muy buenas sensaciones y sobre todo muchas ganas. Mi indicador personal de estado de nervios (y por tanto de cuanto estoy metido en una prueba) es el número de veces que meo antes de darse la salida. En este caso fueron dos... puede decirse que la carrera me importaba. Vuelta a esa rutina mágica de dejar las cosas en los boxes, calentar y a cámara de llamadas.

La primera noticia es el eficientísimo sistema que acaba de sacarse de la chistera la Federación Asturiana para las salidas: orden de dorsal. Que si el orden del dorsal viniese dado por el ranking o algo parecido pues vale, pero es que el orden en este caso lo dictaba la premura en inscribirse. Esto es, que si el mejor duatleta tuvo dudas al inscribirse... pues sales en la última fila majo.

Tras los codazos y cambios de ritmo forzados que este sistema de salida me provoca (y yo era el dorsal 57, que había hasta el 150) me pongo a un ritmo estimado de 3:35/km (completando en 17'53" ese primer 5000) y llego a la transición comandando un pequeño grupo que se que me va a venir bien para la bici. Este primer tramo de carrera lo puedo definir como casi perfecto. Arranco la bici cómodo en mi grupo (muy buena transición la mía) y previendo un sector de mínimo esfuerzo me froto las manos pensando en la segunda carrera a pie...

... Iluso de mí. En un giro de 180º en la segunda vuelta (de 3) donde parece que no puede pasar nada me dejo caer a cola del pelotón ( ya de unas 20-25 uds.) y al salir en cuesta me quedo cortado sin capacidad de reacción y con viento de cara... y queda una vuelta entera. ¡Que gilipollas! Podré decir que ha sido por prudencia, pero la realidad es que ha sido por cagón. Por miedo a que alguien se meta en mi trazada e irme al suelo... En fin, es la única mala noticia de un buen debut de temporada. La tontería me cuesta perder más de un minuto con este pelotón (casi 2, increíble cuando te quedas solo como te folla el viento) y llegar solo a correr los últimos 2.700 metros. Nadie me va a cazar ni yo voy a cazar a nadie. Así es difícil motivarse aún así completo en 10´10" (3'45"/km), para un total de 1h08'53" en el puesto 37.

Me cabrea que se me haya escapado la carrera por una gilipollez. Si hubiese sido un tema físico de no poder aguantar el ritmo, pues se asume o se entrena más (si tiene solución) y fuera. Pero no es la primera vez que me corto en un pelotón por querer ir en una posición "segura". A Dios pongo por testigo que no me volverá a pasar (... los cojones).
 


viernes, 3 de enero de 2014

Relatos de Diciembre

Los principios de temporada me dejan con pocas cosas que contar debido a la falta de triatlones (y competiciones en general) en estas fechas. El último mes del 2013 me dejó un par de participaciones en carreras de 5k (que se han convertido en mis favoritas): Torrejón y Villanueva de Alcardete.

La primera volvía a ser la elegida para inaugurar la temporada. Este año conseguí marcar un tiempo bastante digno (por debajo de los 18') teniendo en cuenta el volumen de trabajo acumulado hasta ese momento. Allí acudí con el bueno de Benet (que voló por debajo de 17') y con Óscar que me ganó el duelo por unos 6". Buenas sensaciones en una época con más entrenamientos de natación que de otra cosa. Mi idea era correr en Alcorcón el 10k que allí se celebra, pero al final lo rodé en 47' para ayudar a un buen compañero de equipo a lograr esa marca. Me sirvió de excusa ya que no estaba especialmente motivado.

La semana de navidad me refugié en Asturias donde pude entrenar mucho y bien. Temperaturas más propias de primavera (máximas de 18º con la presencia casi constante del Sol) me ayudaron a sacar buenas tiradas en bici. Corrí menos de lo deseable (a priori), pero nadé un total de 12k en los días que estuve allí, así que este mini-clínic de Invierno me ha dejado bastante fino (Asturias siempre tiene un efecto muy positivo).  

El día 30 volví a Madrid apenas un par de horas para dejar las cosas y poner rumbo sur hacia Villanueva de Alcardete donde el día 31 por la mañana tenía la mencionada carrera de 5k en compañía de Óscar (al fin y al cabo es su pueblo). Puede que la distancia fuese algo menos (no creo que más de 100m) pero más allá del 16'50" (aprox.) conseguido, me quedo con las estupendas sensaciones que no tenía en carrera desde hacía mucho. Puedo decir, sin exagerar, que es mi mejor carrera (sin contar triatlones) en años. Me ayudó mucho el hecho de estar luchando por la 3ª plaza de la prueba gran cantidad de ella, lo que hizo más llevadero el calentón. Al final 7º, en una carrera que no fue lo que pronosticaba Óscar ("nos vamos a pasear y encima vamos a ganar") que terminó 12º y con el que me tomé mi venganza de Torrejón.



Recibo este 2014 con el mejor estado de forma desde que hago Triatlón (toco madera) así que mis esperanzas de lo que pueda pasar este año son infinitas... si no juego al fútbol y mi bici me da tregua.