Dos semanas después del Triatlón Popular de Madrid, volvía a la Casa de Campo para disputar el Villa de Madrid. Mismo circuito tanto en natación como en bicicleta y un circuito corregido - más largo - a pie, ya que hace dos semanas resultó que corrimos aproximadamente 4,5 kilómetros y no 5.
Con esta situación, evidentemente mi principal reto era mejorar lo conseguido dos semanas atrás. Competir contra mi "yo" de quince días atrás. El resultado global fue mejor: 1h24'03'', que son 48 segundos más que la 1h23'15'' del Popular, pero con 500 metros más de carrera a pie, lo cual supone en realidad una rebaja de aproximadamente minuto y medio. Por sectores:
Natación: 16'07''
Aqui estuvo la principal mejora respecto al Popular de hace dos semanas, donde nadé en 17'. Desde el principio, las sensaciones son mejores. Hago el recorrido perfectamente, sin mis pérdidas de dirección habituales y voy de boya a boya en el trazado más recto posible. Sigo sin ser competitivo en esta dsiciplina, los cincuenta primeros nadadores están por debajo de los 13 minutos en el agua, pero me quedo con la parte positiva: he sido casi un minuto más rápido que hace apenas quince días y mis sensaciones han sido mucho mejores, con un nado más fluido, prácticamente a un ritmo constante toda la prueba.
T1: 2'43''
Salgo del agua muy fresco, cansado, pero sin ningun tipo de molestia. Cruzo el pantalán y paso por el detector de chips, desde donde se cronometra la transición. Esto quiere decir que estrictamente la parte a nado he sido capaz de bajar de 16 minutos, lo cual es una gran noticia.
Esta transición es muy larga, aproximadamente 200 metros desde la salida del Lago hasta el box, donde adelanto más personas que en 750 metros de agua. Ponerse casco, gafas de sol y las zapatillas (todavía no tengo confianza para calzarme las zapatillas una vez sobre la bici), todavía tenemos que dar una vuelta de unos 150 metros por el box con la bici a rastras, por un pasillo muy estrecho donde te juntas con mucha gente a la que es imposible adelantar, así que el tiempo de la T1 se ve afectado.
En cualquier caso, tengo que mejorar mi tiempo en transiciones, especialmente en el tema zapatillas, ya que correr con ellas con las calas puestas es muy incómodo.
Bicicleta: 43'35''
De nuevo un gran sector en bici, donde actualmente tengo una confianza altísima. También es mejorable, evidentemente, pero creo que el paso dado este año en esta disciplina ha sido bestial. Ser capaz de subir Garabitas a una media de 22 km/h era, para mi, algo impensable hace un año.
Aún así, es el único sector en el que hago peor tiempo que hace dos semanas (42'25''), especialmente por la segunda vuelta (de un total de 3), donde paso una pequeña crisis subiendo Garabitas, por suerte lo compenso con una gran última vuelta. Según me acerco a meta, bajo el desarrollo para ir más suelto de cadencia de pedaleo y no acusar tanto el cambio bici-correr.
Teniendo en cuenta que se trata de un circuito de 24 kilómetros, la velocidad media es de 33 km/h, una gran media teniendo en cuenta el circuito. Los mejores en este sector han sido capaces de rodar por debajo de 39 minutos (unos 37 km/h), por lo que, también en este sector, tengo un amplio margen de mejora.
T2: 1'56''
Esta transición es lenta, si. Bajarme de la bici con las zapatillas puestas ya me supone un claro retraso, y además me paso de largo de mi posición en el box. Dejo el casco, me cambio de zapatillas (tengo que hacerme con unos cordones elásticos ya) y empiezo a correr, dando de nuevo un rodeo más que interesante por el box.
Carrera a pie: 19'42''
Si comparamos el tiempo de hace dos semanas cuando empecé a correr con el de esta prueba, resulta que salgo 21'' más tarde. Pero en este caso, mi carrera es muchísimo mejor que en el Popular. Los músculos estan molestos y no corro todo lo liberado que podría, otro punto en el que debo trabajar, pero nada comparado con el agarrotamiento de hace dos semanas.
Cometo un error, y es que debido a las rozaduras en los pies que me provoqué en la Carrera de Carabanchel, lleno de talco la zapatilla, y al cabo de unos kilómetros se forma una pasta de sudor-talco que me hace muy incómodo correr, ya que el pie se desliza por dentro de la zapatilla.
La parte más positiva es el ritmo constante durante los cinco kilómetros (siempre entre 3'50'' y 4') para un ritmo medio final de 3'56'', frente al 4'17'' de quince días atrás. ¿Mejorable? Desde luego, y eso es lo que más me motiva a seguir con este deporte. Aquí con un buen trabajo en la transición bici-correr, creo que la mejora puede ser de hasta 2'.
Total: 1h24'03''
Cara a motivación, mejorar el rendimiento de forma tan notable con quince días de separación, es la hostia. He combinado mi mejor sector de natación de siempre con los mejores 5k de carrera a pie (dentro de un triatlón, claro). La bici, muy bien otra vez, era dificil igualar lo de dos semanas atrás, donde sin duda realicé el mejor tramo ciclista desde que me dedico a esto.
En definitiva, los dos triatlones madrileños me dejan con la moral muy alta y demuestran que una parte importantísima en esto del deporte es la cabeza, la confianza. La crisis de Mayo (Gijón+Talavera) queda superada con estas dos "peazo" pruebas.
¿Y ahora? Mi idea es realizar las dos pruebas de las Thriatlon Series que restan: Castellón y Barcelona. Ambas en distancia Sprint, creo que la distancia Olímpica debe esperar hasta que me vea con capacidad de estar con tranquilidad por debajo de los 30' en los 1500 metros de agua.